¿Por qué los cristianos no deben acudir a la justicia secular?
El Tribunal de los Santos
El apóstol Pablo cuestiona a los cristianos por acudir a tribunales paganos en busca de justicia, argumentando que los creyentes son llamados a juzgar al mundo y a los ángeles. Si se les confía un juicio tan importante, ¿no deberían ser capaces de resolver asuntos triviales dentro de su propia comunidad?
Ante la vergüenza de acudir a los tribunales de los incrédulos, Pablo exhorta a los cristianos a soportar la injusticia y el engaño en lugar de recurrir a medios externos.
La Herencia de los Injustos
Además, Pablo advierte que los injustos, incluyendo a los fornicadores, idólatras y homosexuales, no heredarán el reino de Dios. Sin embargo, enfatiza que incluso aquellos que han cometido tales pecados pueden ser perdonados, lavados y santificados a través de Jesucristo.
Glorificando a Dios en el Cuerpo
Pablo enseña que todo es lícito para los creyentes, pero no todo es beneficioso. El cuerpo, templo del Espíritu Santo, no debe utilizarse para la inmoralidad sexual, sino para honrar a Dios. Afirma que los cristianos deben huir de la fornicación y glorificar a Dios tanto en sus cuerpos como en sus espíritus, porque han sido comprados por un precio y pertenecen a Dios.
Preguntas frecuentes sobre 1 Corintios 6
¿Por qué no debemos acudir a los tribunales ante los incrédulos?
Porque los santos juzgarán al mundo y a los ángeles, por lo que son dignos de juzgar asuntos más pequeños (versículo 2-3).
¿Qué debemos hacer en lugar de ir a los tribunales?
Aceptar el agravio o permitir que nos engañen (versículo 7).
¿Qué dice la Biblia sobre la herencia del reino de Dios?
Los injustos, fornicadores, idólatras, adúlteros, homosexuales, sodomitas, ladrones, codiciosos, borrachos, calumniadores y extorsionadores no heredarán el reino de Dios (versículo 9).
¿Cómo podemos glorificar a Dios en nuestros cuerpos?
Evitando la inmoralidad sexual, reconociendo que nuestros cuerpos son miembros de Cristo y el templo del Espíritu Santo (versículo 12-20).