¿Por qué la ley, entonces?
El propósito de revelar y aumentar el pecado
San Pablo plantea una cuestión fundamental en Gálatas 3:19: "¿Por qué la ley, entonces?". La respuesta, dada dos veces en el texto (versículos 19 y 22), es que la ley fue añadida para mostrar y aumentar las transgresiones.
Al hacer visibles las transgresiones, la ley expone el pecado oculto en nuestros corazones. También lo intensifica, revelando la profundidad de nuestra rebelión y desobediencia.
La incapacidad de la ley para dar vida
A pesar de su papel en la revelación del pecado, Pablo destaca que la ley no puede dar vida. Su propósito no era hacer vivas a las personas, sino más bien revelar la incapacidad humana para cumplir con los mandamientos de Dios.
La razón de esta incapacidad reside en la naturaleza pecaminosa del hombre. La ley, debilitada por la carne, no puede superar nuestra inclinación al pecado.
El papel de la gracia y el Espíritu Santo
El texto enfatiza la gracia de Dios en la salvación a través de la fe en Jesucristo. La promesa hecha a Abraham no podía cumplirse por medio de la ley, sino a través de la simiente prometida, Jesús.
La venida de Cristo y la efusión del Espíritu Santo han transformado la relación entre Dios y su pueblo. Ya no estamos bajo la esclavitud de la ley, sino bajo la gracia y el poder del Espíritu.
Lecciones para nosotros
Este texto nos enseña varias lecciones valiosas:
- La gravedad del pecado: La ley nos ayuda a comprender la profundidad de nuestra rebelión y la necesidad de la gracia.
- La importancia de la gracia: Dios nos ha provisto un camino de salvación a través de la fe en Jesucristo, quien nos libera de la condenación de la ley.
- La necesidad de una renovación del corazón: El Espíritu Santo obra en nosotros para transformar nuestros corazones, permitiéndonos obedecer los mandamientos de Dios con amor y gratitud.
¿Por qué se dio la ley?
La ley fue añadida debido a las transgresiones, para hacer visible el pecado y aumentarlo, revelando la profundidad de la rebelión humana.
¿Cómo es posible que la ley no pueda dar vida?
La ley es impotente para dar vida porque la naturaleza humana, gobernada por la carne, no puede cumplir con sus demandas sin la ayuda del Espíritu Santo.
¿Por qué la ley encerró a las personas en el pecado?
La ley encerró a las personas en el pecado porque expuso su rebelión y orgullo, llevando a una mayor autojustificación y endurecimiento en el pecado.