¿Por qué Jesús tuvo que resucitar?
En la mañana de Pascua, los discípulos de Jesús descubrieron que su tumba estaba vacía. María Magdalena, confundida y desesperada, pensó que se habían llevado su cuerpo. Pero poco después, Jesús se apareció ante ella, vivo y bien.
El Hijo tenía que resucitar
Aunque los discípulos no entendieron de inmediato la importancia de la resurrección, Jesús les explicó que era esencial que sucediera. No era una mera posibilidad o un golpe de suerte, sino una necesidad absoluta.
De acuerdo con las Escrituras, el Mesías tenía que sufrir y luego resucitar. Esta profecía no solo se refería a la muerte de Jesús, sino también a su victoria sobre la muerte.
Cinco razones por las que Jesús tuvo que resucitar
1. Cumplir la palabra de Dios
Dios había prometido enviar un Mesías que reinaría eternamente. La resurrección de Jesús demostró que era ese Mesías y que su reinado no terminaría con su muerte.
2. Vindicar su vida sin pecado
Jesús no merecía morir, ya que vivió una vida perfecta. Su resurrección fue una declaración de su inocencia y de que no estaba bajo el poder del pecado o la muerte.
3. Confirmar el poder de su muerte
La resurrección de Jesús probó que su sacrificio en la cruz fue suficiente para pagar por los pecados de la humanidad. Su muerte no fue en vano, sino que venció al pecado y a la muerte.
4. Dar acceso a su salvación
Para recibir la salvación que Jesús ofreció, necesitamos estar unidos a Él. Su resurrección le permitió seguir viviendo y ser nuestro Salvador, ofreciendo perdón y vida eterna a todos los que creen en Él.
5. Ser nuestro Señor y tesoro vivientes
Jesús no solo nos salva del pecado, sino que también nos invita a conocerlo y a disfrutarlo para siempre. La resurrección nos asegura que Él está vivo, presente y listo para ser nuestro Señor y tesoro.
¿Por qué era necesario que Jesús resucitara?
1. Para cumplir la palabra de Dios:
Dios había prometido un Mesías que reinaría eternamente. La resurrección de Jesús demostró que era el Mesías y que cumpliría esta promesa.
2. Para reivindicar su vida sin pecado:
Jesús no tenía pecado, por lo que la muerte no tenía poder sobre él. Su resurrección vindicó su perfecta vida humana y demostró que Satanás no tenía poder sobre él.
3. Para confirmar su obra en la cruz:
La resurrección confirmó que la muerte de Jesús en la cruz fue eficaz para expiar nuestros pecados. Demuestra que su sacrificio fue suficiente para salvarnos.
4. Para darnos acceso a su obra:
Necesitamos acceso a la obra de Jesús para recibir la salvación. La resurrección lo hace posible, uniéndonos a un Señor vivo y resucitado.
5. Para ser nuestro Señor y tesoro vivo:
La salvación final no es solo ser liberados del pecado, sino conocer y disfrutar eternamente a Jesús. Su resurrección asegura que está vivo para que lo conozcamos y experimentemos su presencia eternamente.