¿Por qué Jesús no buscó su propia gloria?

El propósito de la encarnación de Jesús

Cuando Jesús vino a la Tierra, su misión principal era salvar a los pecadores muriendo en su lugar. Su vocación era identificarse con los pecadores y soportar el sufrimiento y la vergüenza del pecado. Por eso, pasó treinta años sin recibir gloria ni reconocimiento.

La gloria del Padre expresada en Jesús

A pesar de su humildad, Jesús también vino a representar a Dios Padre. Al ver la gloria del Padre en el humilde Jesús, las personas podían ser salvas. Los fariseos no podían ver esta gloria, cegados por su propia incredulidad. El apóstol Pablo advirtió que Satanás también ciega a los no creyentes para que no vean la gloria de Cristo.

El doble propósito de Jesús: inglorioso y glorioso

Por lo tanto, Jesús vino con un doble propósito: ser inglorioso y glorioso. No buscó la gloria de este mundo, sino la gloria de su Padre. Él sabía que al buscar la gloria del Padre, también estaba buscando su propia gloria, pero no una gloria separada, sino encarnada en sí mismo.

La gloria buscada por Jesús: más allá de él y en él

Cuando Jesús dice que no busca su propia gloria, se refiere a dos cosas:

  1. No busca la gloria mundana de riqueza, poder y prestigio.
  2. La gloria que busca es la gloria de su Padre, que también es su propia gloria.

El anhelo de Jesús por su gloria futura

Después de completar su obra redentora, Jesús anhela su gloria, que compartirá con aquellos que han creído en él. Invita a sus seguidores a disfrutar de esta gloria por toda la eternidad.

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Preguntas frecuentes

¿Por qué Jesús no buscó su propia gloria?

Jesús vino a la tierra para salvar a los pecadores muriendo en su lugar. Su misión era identificarse con los pecadores y soportar el sufrimiento y la vergüenza debidos al pecado. Por lo tanto, no buscó la gloria de este mundo, sino la gloria de su Padre, que estaba encarnada en él.

¿Jesús busca ahora su propia gloria?

Sí, pero no una gloria separada de la gloria de su Padre. Él buscó la gloria del Padre encarnada en sí mismo. Él declaró: "Quien me ha visto a mí, ha visto al Padre" (Juan 14:9).

¿Qué significa que Jesús no buscó su propia gloria en Juan 8:50?

Jesús significó que no buscó la gloria y riqueza del mundo y que solo buscó la gloria de su Padre, que también era su propia gloria. No buscó la gloria privada, sino la gloria del Padre encarnada en su propia persona.

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