¿Por qué ha abandonado Dios a su pueblo? Un lamento por la destrucción de Jerusalén
El dolor y la angustia de un pueblo devastado
El Salmo 79 expresa el profundo dolor y la angustia del pueblo de Dios tras la destrucción de Jerusalén. Los invasores paganos habían profanado el templo y derramado la sangre de los santos. La ciudad, una vez gloriosa, ahora yacía en ruinas.
El salmista lamenta el desprecio y el escarnio de las naciones vecinas, que se burlaban de la desgracia de Israel. "¿Dónde está su Dios?", preguntaban con desdén. Este desprecio añadía sal a la herida de la devastación.
Un clamor por ayuda y redención
El salmista implora a Dios que no los abandone a su suerte. Les pide que recuerden su misericordia y que intervengan para ayudarlos en su momento de necesidad. Reconocen sus pecados, pero suplican que la misericordia de Dios supere su indignación.
El salmista ruega a Dios que se vengue de las naciones que han causado tanto dolor a su pueblo. Pide que los culpables reciban castigo por sus crímenes. También ora por la liberación de los cautivos y por la restauración de la gloria de Dios.
Una esperanza en medio de la desesperación
A pesar de la devastación y la angustia, el salmista expresa una tenue esperanza en la fidelidad de Dios. Aunque el templo y la ciudad hayan sido destruidos, el pueblo de Dios sigue siendo su posesión. Son las "ovejas de su prado" y confían en que él los protegerá.
El salmista concluye con un voto de gratitud y alabanza a Dios. Juran dar gracias a Dios para siempre y declarar su gloria a todas las generaciones. Su fe en Dios es inquebrantable, incluso en medio de las dificultades más extremas.
Preguntas Frecuentes
¿Por qué Dios permitió que los paganos destruyeran Jerusalén?
Dios permitió la destrucción de Jerusalén como castigo por los pecados de Su pueblo (versículo 8).
¿Cómo fueron castigados los enemigos de Dios?
Dios promete derramar Su ira sobre las naciones que no lo conocen y vengarse de la sangre de Sus siervos (versículos 6-7).
¿Qué le pidió el salmista a Dios?
El salmista pide ayuda, misericordia y liberación (versículos 8-9), y que Dios castigue a los enemigos de Israel (versículos 10-12).
¿Qué promesa hizo el salmista a Dios?
El salmista promete alabar y agradecer a Dios para siempre (versículo 13).
¿Qué lecciones podemos aprender de este salmo?
- Dios es justo y castigará el pecado.
- Dios es misericordioso y perdonará a quienes se arrepientan.
- Debemos confiar en Dios incluso en tiempos difíciles.
- Debemos defender a nuestros hermanos y hermanas en la fe.