¿Por qué Dios nos ha abandonado? Un clamor a Dios ante la adversidad
El lamento de un pueblo oprimido
El Salmo 74 expresa la angustia y la súplica de una comunidad que se siente abandonada por Dios. Se lamentan de que su ira arde contra ellos, destruyendo su santuario y matando a su pueblo. El enemigo ha triunfado, profanando el lugar donde Dios habitaba.
Recordando el pasado de Dios
Ante tal desolación, el salmista recuerda los actos poderosos de Dios en el pasado. Recuerdan cómo Dios dividió el mar, derrotó a los monstruos marinos y secó ríos impetuosos. Se preguntan por qué Dios no interviene ahora, permitiendo que sus enemigos los opriman.
Una súplica por ayuda
La súplica se vuelve más urgente a medida que el salmista pide a Dios que no entregue a sus fieles a las bestias salvajes. Imploran protección y recuerdan el pacto que Dios hizo con ellos. Piden que Dios se levante y defienda su causa, silenciando las voces de sus enemigos.
Un llamado a la acción
El salmista concluye con una exhortación a Dios para que recuerde las burlas de sus adversarios. Les ruegan que no olviden la voz de sus enemigos, que crece cada día. Imploran a Dios que actúe, que defienda su nombre y restaure su gloria.
Preguntas frecuentes sobre el Salmo 74
¿Por qué Dios ha abandonado a su pueblo?
El salmista lamenta que Dios haya rechazado a su pueblo y se haya enfurecido con ellos (versículo 1).
¿Quién es el enemigo que ha dañado el santuario?
El enemigo es un grupo de personas que han destruido el santuario y profanado el lugar de reunión de Dios (versículo 4).
¿Por qué no hay más profetas ni señales de Dios?
El pueblo está lamentando la ausencia de señales o profetas que guíen a la nación (versículo 9).
¿Cuánto tiempo permitirá Dios que el enemigo oprima a su pueblo?
El salmista le pide a Dios que intervenga y destruya al enemigo (versículo 10).
¿Qué le recuerda el salmista a Dios sobre su poder pasado?
El salmista recuerda los actos poderosos de Dios en el pasado, como dividir el mar y derrotar a los monstruos marinos (versículos 13-14).
¿Por qué el salmista le pide a Dios que no entregue a su pueblo a las bestias?
El salmista suplica a Dios que proteja a su pueblo de sus opresores, comparándolos con bestias salvajes (versículo 19).
¿Qué es el "pacto" al que se refiere el salmista?
El pacto es el acuerdo entre Dios y su pueblo, que prometió protegerlos y guiarlos (versículo 20).
¿Qué le pide el salmista a Dios que haga?
El salmista le pide a Dios que se levante en su defensa y que recuerde los insultos de sus enemigos (versículo 22).