¿Por qué dependemos de la gracia de Dios?

La gracia: un don gratuito para nuestro servicio

La gracia es un concepto esencial en el cristianismo. No es algo que merezcamos, sino un regalo otorgado por Dios a través de Jesucristo. Nos capacita para llevar a cabo nuestros ministerios, como el apostolado de Pablo.

El efecto de la gracia: la obediencia

La gracia no solo nos salva del pecado, sino que también nos permite obedecer a Dios. La verdadera obediencia nace de la fe en la gracia, reconociendo que es Dios quien nos capacita para hacer su voluntad.

El propósito final: glorificar a Dios

El objetivo de todo lo que Dios hace, incluida la concesión de gracia, es glorificar su nombre. Cuando dependemos de la gracia de Dios, damos gloria a su poder y bondad.

¿Es egoísta que Dios busque su gloria?

Algunos podrían cuestionar si es amoroso por parte de Dios buscar su propia gloria. Sin embargo, la Biblia enseña que:

  • Llamar al nombre de Dios conduce a la salvación (Romanos 10:13).
  • La gloria de Dios es nuestra esperanza y alegría (Romanos 5:2).

Por lo tanto, glorificar a Dios no es un acto egoísta, sino una forma de compartir su amor y salvación con el mundo.

Preguntas Frecuentes

¿Qué es la gracia en el contexto del cristianismo?

La gracia es un regalo inmerecido que Dios nos da a través de Jesucristo. Es el poder y la capacidad que recibimos para cumplir nuestro llamado y vivir vidas piadosas.

¿Cómo recibimos la gracia?

La gracia se recibe por fe. No podemos ganarla o merecerla por nuestras buenas obras. La recibimos simplemente aceptándola como un regalo y confiando en ella.

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¿Cuál es el propósito de la gracia?

El propósito de la gracia es traer "la obediencia de la fe". La gracia nos empodera para obedecer a Dios y vivir vidas de fe, produciendo obras de amor.

¿Por qué todo depende de la gracia por medio de la fe?

Todo depende de la gracia por medio de la fe porque Dios quiere recibir la gloria por nuestro servicio y obediencia. Cuando confiamos en su gracia y vivimos por fe, él recibe el reconocimiento y nosotros recibimos la ayuda.

¿Es amoroso que Dios busque su propia gloria?

Sí, es amoroso que Dios busque su propia gloria porque:

  • Expresar su gloria salva a todos los que invocan su nombre.
  • La gloria de Dios es nuestro anhelo y salvación, por lo que no es egoísta buscarla.

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