¿Por qué debo seguir luchando contra el pecado si ya he muerto a él?
Nacimiento Espiritual
El nacimiento espiritual no crea cristianos sin pecado, sino nuevos seres en Cristo que luchan contra el pecado. Este ser renovado anhela la santidad y aborrece el mal.
La Batalla Continua
La muerte al pecado en el nacimiento espiritual no elimina la lucha contra él. La Biblia nos exhorta a considerarnos muertos al pecado y a vivir bajo el Señorío de Cristo, matando las obras de la carne.
La Gloria de la Gracia
Dios permite esta lucha continua para exaltar su gloria y la gracia de Jesucristo. El proceso de santificación demuestra nuestra necesidad de su gracia, resalta su paciencia y nos hace apreciar la belleza de Cristo.
Reflexiones Finales
Las razones específicas de que Dios sanctifique a través de esta batalla pueden ser desconocidas, pero su objetivo es glorificarse a través de la perseverancia y la victoria de los creyentes. La lucha diaria contra el pecado nos recuerda nuestra debilidad y dependencia de su gracia, mientras que la victoria final exalta la belleza suprema de Jesucristo.
Preguntas frecuentes sobre "Si estoy muerto al pecado, ¿por qué debo matarlo todos los días?"
P1: ¿Qué sucede en el nuevo nacimiento con respecto al pecado continuo?
R: El nuevo nacimiento crea un nuevo ser que odia el pecado, no un cristiano sin pecado.
P2: ¿Por qué los cristianos deben considerar muertos al pecado a pesar de seguir pecando?
R: Es un imperativo luchar contra el pecado porque el nuevo nacimiento trae una naturaleza que no puede contentarse con pecar.
P3: ¿Cómo se relaciona el nuevo nacimiento con la lucha contra el pecado?
R: El nuevo nacimiento nos hace guerreros contra aquello a lo que hemos muerto.
P4: ¿Por qué Dios no nos hace sin pecado de inmediato?
R: El proceso gradual de santificación glorifica la gloria de su gracia, mostrándonos nuestra depravación y su paciencia.
P5: ¿Cómo ayuda la lucha contra el pecado a apreciar la belleza de Cristo?
R: La batalla diaria nos mantiene enfocados en la superior belleza de Cristo, haciéndonos más atraídos a él que a la impiedad.
P6: ¿Qué debemos hacer ante la lucha continua contra el pecado?
R: Continuar con la buena batalla utilizando las armas y los medios que Dios ha provisto.