¿Por qué Cristo Murió? Para que Muriéramos al Pecado

El propósito de la muerte de Cristo

En la carta de 1 Pedro 2:21-25, el apóstol Pedro revela que el propósito de la muerte de Cristo fue múltiple:

1. Seguir los pasos de Jesús (v. 21)

Pedro escribe: "Cristo también sufrió por vosotros, dejándoos ejemplo, para que sigáis sus pisadas". La muerte de Cristo nos da un ejemplo a seguir, ayudándonos a vivir vidas rectas y justas como Él.

2. Morir al pecado y vivir justamente (v. 24)

"Él mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre la cruz, a fin de que muramos al pecado y vivamos a la justicia". La muerte de Cristo nos libera de la culpa y el poder del pecado, permitiéndonos vivir vidas justas.

3. Retornar al Buen Pastor (v. 25)

"Pues, vosotros andabais descarriados como ovejas, pero ahora habéis vuelto al Pastor y Guardián de vuestras almas". La muerte de Cristo restaura nuestra relación con Dios, nuestro Pastor, y nos lleva de vuelta a su protección y cuidado.

¿Qué significa morir al pecado?

Morir al pecado no implica la ausencia total del pecado, sino la ruptura de su poder sobre nuestras vidas. Pedro explica que la cruz convence a nuestros corazones del amor de Dios, lo que nos lleva a reconocer nuestra condición descarriada y a regresar al Buen Pastor. Esta convicción libera la verdad de que Dios se compromete con nosotros como un Pastor poderoso, guiándonos hacia la rectitud y la vida abundante.

¿Qué es el pecado y cómo nos afecta?

Según el pasaje, el pecado es descarriarse como ovejas (v. 25). El pecado nos separa de Dios y nos lleva por un camino de autodestrucción.

¿Cuál es el propósito de la muerte de Cristo?

La muerte de Cristo en la cruz tiene un triple propósito:

  • Para quitarnos la culpa del pecado y librarnos de su castigo (v. 24).
  • Para liberarnos del poder del pecado y hacernos justos (v. 24).
  • Para guiarnos de regreso a Dios, el Pastor y Guardián de nuestras almas (v. 25).

¿Cómo morimos al pecado?

Morimos al pecado cuando la palabra de la cruz llega a nuestros corazones y nos convence del amor de Dios por nosotros (v. 25). Este amor nos hace reconocer nuestra desviación y nos lleva a abrazar la rectitud.

¿Cómo podemos vivir vidas justas?

Vivir vidas justas es posible cuando:

  • Seguimos los pasos de Cristo (v. 21).
  • Morimos al pecado y vivimos para la justicia (v. 24).
  • Confiamos en Dios como nuestro Pastor y Guardián (v. 25).

Subir