¿Por qué bautizamos? La importancia del bautismo en la misión
El llamado de Jesús: Discipular a las naciones
En la Gran Comisión, Jesús nos ordena a "hacer discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo" (Mateo 28:19). Esta tarea implica enseñar a los nuevos creyentes a obedecer las enseñanzas de Jesús, pero ¿por qué el bautismo juega un papel tan crucial en este proceso?
El bautismo: Una puerta a la comunidad de Dios
El bautismo no es solo un ritual, es una señal de nuestra entrada en el pueblo de Dios. Representa nuestro compromiso con Cristo y nuestra unión con su Cuerpo, la Iglesia. A través del bautismo, nos convertimos en parte de la familia global de creyentes, reconociendo la autoridad de Jesús y su presencia constante en nuestras vidas.
La Iglesia como comunidad visible e invisible
La Iglesia se manifiesta en dos formas: invisible y visible. La Iglesia invisible está compuesta por todos los que han sido llamados por Dios y están unidos a Cristo por la fe. La Iglesia visible, por otro lado, incluye a todos los que han sido bautizados y viven conforme a las enseñanzas de Jesús.
El bautismo: Un pasaporte al reino de Dios
El bautismo es como un pasaporte que nos permite unirnos a las "embajadas" del reino de Dios en todo el mundo. Una vez bautizados, somos reconocidos por todas las congregaciones cristianas como miembros de la Iglesia universal y visible. Esto nos permite participar plenamente en la misión de discipulado y evangelización.
Una vez y para siempre
A diferencia de otros requisitos de membresía en la Iglesia, el bautismo es un acontecimiento único. No necesitamos ser rebautizados cada vez que cambiamos de congregación. Nuestro bautismo original permanece como un testimonio de nuestra pertenencia al pueblo de Dios.
Uniendo a los creyentes en la misión
Al reunirnos como Iglesia visible y local, escuchamos la Palabra de Dios y le adoramos. Luego, somos enviados al mundo como representantes de Jesús, llevando su mensaje de esperanza y salvación. A medida que interactuamos con miembros de otras congregaciones, nos unimos como Iglesia universal, visible, marcada por el bautismo y la obediencia a Cristo. Juntos, trabajamos para difundir el Evangelio y discipular a las naciones, cumpliendo así la Gran Comisión.
Preguntas Frecuentes
¿Quién es el autor del texto?
Joe Rigney, miembro de teología en New Saint Andrews College
¿Cuál es el propósito del texto?
Explicar el papel del bautismo en la misión de la iglesia
¿Qué es el Gran Mandamiento?
El mandato de Jesús de discipular a todas las naciones, bautizándolas y enseñándoles a obedecer sus mandamientos
¿Cómo define el autor el bautismo?
Una ordenanza del Señor que expresa la unión con Cristo en su muerte y resurrección, marcando la entrada a la nueva comunidad de Dios
¿Qué es la iglesia invisible?
El cuerpo de todos los elegidos en Cristo en todos los tiempos y lugares
¿Cómo se crea la iglesia invisible?
Por el llamado eficaz invisible de Dios
¿Qué es la iglesia visible?
El cuerpo de aquellos bautizados en el nombre del Padre, Hijo y Espíritu Santo que no contradicen su profesión con errores persistentes o incredulidad
¿Cómo se crea la iglesia visible?
Por el llamado externo, a través de la predicación de la Palabra y la administración de los sacramentos
¿Cómo se relaciona el bautismo con la iglesia invisible y visible?
El bautismo marca la entrada a la iglesia visible universal y es un requisito previo para la membresía en la iglesia visible local
¿Por qué es importante distinguir entre el bautismo y la membresía en la iglesia local?
Porque el bautismo marca la entrada a la iglesia universal, no a una congregación local específica
