¿Por qué alabar al Señor en Jerusalén?
La gracia del Señor sobre Jerusalén
El Salmo 147 exhorta a alabar al Señor por sus bondades hacia Jerusalén. La ciudad fue reconstruida y fortalecida por el Señor, quien reunió a los dispersos de Israel. El Señor sana las heridas de su pueblo y restaura su salud. Su presencia trae consuelo y esperanza a los afligidos.
El poder y la sabiduría del Señor
El Salmo también celebra el poder y la sabiduría del Señor. Él cuenta las estrellas y las llama por sus nombres, demostrando su vasto dominio. Su entendimiento es infinito y su poder, inconmensurable. El Señor exalta a los humildes y humilla a los arrogantes, mostrando su justicia y equidad.
El cuidado de Dios por su creación
Además, el Salmo destaca el cuidado del Señor por su creación. Él provee alimento a los animales y a las aves. Hace crecer la hierba y la vegetación, sustentando la vida en la tierra. El Señor envía lluvia y nieve, asegurando la fertilidad y la renovación. Su Palabra es poderosa para derretir la nieve y hacer fluir las aguas.
La bendición sobre Israel
El Señor favorece especialmente a aquellos que le temen y confían en su misericordia. Su Palabra guía a Jacob y revela sus estatutos y juicios a Israel. Esta bendición única no se ha concedido a ninguna otra nación, mostrando el amor y la fidelidad del Señor hacia su pueblo elegido.
Por lo tanto, Jerusalén tiene una razón especial para alabar al Señor. Su gracia, poder, cuidado y bendición sobre la ciudad son innegables. El Salmo 147 nos invita a unirnos a las alabanzas de Jerusalén y a reconocer la bondad y la soberanía de nuestro Dios.
Preguntas Frecuentes
¿Por qué es bueno alabar a Dios?
- Porque es agradable y la alabanza es hermosa (versículo 1).
¿Qué hace Dios por su pueblo?
- Construye Jerusalén y reúne a los desterrados de Israel (versículo 2).
- Sana a los quebrantados de corazón y venda sus heridas (versículo 3).
¿Cómo se describe la grandeza de Dios?
- Cuenta el número de estrellas y las llama por su nombre (versículo 4).
- Es grande y poderoso, con un entendimiento infinito (versículo 5).
¿Cómo trata Dios a los humildes y a los malvados?
- Levanta a los humildes y derriba a los malvados (versículo 6).
¿Cómo provee Dios para sus criaturas?
- Cubre los cielos de nubes y da lluvia a la tierra (versículo 8).
- Hace crecer hierba en las montañas y alimenta a los animales y pájaros (versículos 8-9).
¿En qué se deleita Dios?
- En aquellos que le temen y esperan en su misericordia (versículo 11).
¿Cómo bendice Dios a Jerusalén y a Sión?
- Fortalece las barras de sus puertas y bendice a sus hijos (versículo 13).
- Trae paz a sus fronteras y los llena de trigo (versículo 14).
¿Cómo revela Dios su palabra al mundo?
- Envía su palabra a la tierra y la ejecuta rápidamente (versículo 15).
- Da nieve como lana y escarcha como ceniza (versículo 16).