¡Perdido y Encontrado: La Alegría de Dios por los Pecadores Arrepentidos!
La Parábola de la Oveja Perdida
Imagina un pastor con un rebaño de cien ovejas. Si una de ellas se perdiera, ¿qué haría? ¿Abandonaría a las demás noventa y nueve para buscar a la que falta? Por supuesto que no. Dejaría todo y se embarcaría en una búsqueda incansable hasta encontrarla.
Y cuando la encontrara, se regocijaría y la cargaría sobre sus hombros. Al llegar a casa, convocaría a sus amigos y vecinos para celebrar el regreso de su oveja perdida. El pastor estaba más contento por la que había recuperado que por las que nunca se habían extraviado.
La Alegría Celestial por los Pecadores Arrepentidos
Así mismo, en los cielos, hay gran alegría cuando un pecador se arrepiente y regresa a Dios. Es como la alegría de una mujer que recupera una moneda perdida o la de un padre que abraza a su hijo pródigo después de años de ausencia.
La Parábola del Hijo Pródigo
La parábola del hijo pródigo nos enseña esta verdad de manera conmovedora. Un joven desobediente abandonó su hogar y desperdició su herencia en una vida disoluta. Sin embargo, cuando el hambre lo acosó, se dio cuenta de su error y regresó a casa.
Su padre, lleno de amor y compasión, lo recibió con los brazos abiertos. Celebró su regreso con una gran fiesta, a pesar de la desaprobación de su hijo mayor. El padre explicó que su hijo perdido había vuelto a la vida y que merecía ser celebrado.
Esta historia nos recuerda que Dios anhela que los pecadores se arrepientan y regresen a Él. Se regocija cuando lo hacen, y está dispuesto a perdonar sus pecados y recibirlos con amor incondicional.
Preguntas frecuentes
¿Por qué Jesús se asociaba con pecadores?
Según el texto, Jesús se asociaba con pecadores para enseñarles y guiarlos hacia Dios. Creía que incluso los pecadores más perdidos podían encontrar la redención.
¿Qué importancia tiene la parábola de la oveja perdida?
La parábola de la oveja perdida enseña la inmensa alegría que Dios siente cuando un pecador arrepentido regresa a él. Dios está dispuesto a hacer todo lo posible para traer de vuelta a los perdidos.
¿Qué simboliza la moneda perdida?
La moneda perdida representa a los pecadores que se han alejado de Dios. La mujer que busca la moneda representa a Dios, quien busca incansablemente a los perdidos y se regocija cuando los encuentra.
¿Cuál es la moraleja de la parábola del hijo pródigo?
La parábola del hijo pródigo enseña que incluso aquellos que se han extraviado pueden encontrar perdón y restauración en Dios. Dios es un Padre amoroso que siempre está dispuesto a darles la bienvenida a sus hijos perdidos.
¿Por qué el hermano mayor estaba enojado?
El hermano mayor estaba enojado porque sentía que no había sido recompensado por su fidelidad, mientras que su hermano perdido había recibido una gran celebración. Sin embargo, el padre le recordó que todo lo que tenía era suyo y que debería alegrarse por el regreso de su hermano.