¿Pecó Betsabé al acostarse con David?
El abuso de poder y la violación
La cuestión de si Betsabé consintió o no en su encuentro con David ha sido debatida por eruditos bíblicos durante siglos. Sin embargo, al examinar el relato bíblico, es evidente que David ejerció una presión indebida sobre Betsabé, lo que justifica la acusación de violación.
"La tomó" (2 Samuel 11:4). El texto revela que David no invitó ni sedujo a Betsabé; simplemente "la tomó". Esta expresión sugiere una toma de poder unilateral, sin consentimiento ni consideración por su voluntad.
La parábola de Natán
Cuando el profeta Natán confrontó a David con su pecado, utilizó una parábola que ilustraba la naturaleza abusiva de sus acciones. En la parábola, un hombre rico toma el cordero de un hombre pobre, un animal indefenso que representaba la vulnerabilidad de Betsabé. Al igual que el cordero, Betsabé fue "tomada" y "matada" simbólicamente, abusada de su dignidad y humanidad.
El uso de la autoridad
La Biblia advierte repetidamente contra el abuso de la autoridad. Jesús enseñó que los líderes deben ser servidores, no señores (Marcos 10:45). Los apóstoles, ancianos y maridos deben usar su autoridad con humildad y amor (1 Tesalonicenses 2:5-7, 1 Pedro 5:1-3, Efesios 5:24-25).
Basándonos en el relato bíblico y las advertencias contra el abuso de la autoridad, podemos concluir que David violó a Betsabé. Su abuso de poder no fue consensual y constituyó una grave violación de su dignidad humana. El único camino hacia el perdón y la redención para David, y para todos nosotros, es confiar en el sacrificio de Jesucristo, quien vino a servir, no a ser servido (Marcos 10:45).