¿Para qué fuiste creado?
Dios, el centro de tu vida
El mundo nos enseña a creer que existimos para nosotros mismos. Pero la predicación centrada en Dios nos libera de esta limitada visión y nos revela una verdad más profunda: fuimos creados para Él.
Predicar para liberar
La predicación centrada en Dios no se trata solo de transmitir información. Es una fuerza liberadora que nos rescata de la prisión del yo y nos conduce a la libertad en Dios. Al enfocar nuestros corazones en Él, nos liberamos de las preocupaciones egocéntricas y encontramos un propósito más elevado.
Conociendo a Dios
Cuando la predicación se centra en Dios, nos permite conocerlo íntimamente. A través de las Escrituras, descubrimos su carácter amoroso, su justicia perfecta y su misericordia infinita. Este conocimiento transforma nuestro ser, moldeándonos a su imagen y empoderándonos para vivir vidas llenas de propósito y significado.
Preguntas frecuentes sobre "Para quién fuimos hechos"
¿Para quién fui hecho?
El mundo nos enseña a creer que fuimos hechos para nosotros mismos, pero la predicación centrada en Dios nos muestra que fuimos hechos para Dios.
¿Cómo me libera la predicación centrada en Dios del egoísmo?
Al centrarnos en Dios, encontramos nuestra identidad y propósito en Él, lo que nos libera de las limitaciones del yo.
¿Qué me da la predicación centrada en Dios en lugar del egoísmo?
Nos da el propio Dios, quien es fuente de alegría, significado y propósito infinitos.