¿Nos envía Dios señales?
Descifrando los mensajes divinos
Todos anhelamos señales tangibles de oración, algo que podamos señalar como una respuesta definitiva y milagrosa. Sin embargo, buscar constantemente señales de Dios puede resultar desalentador si no vemos lo que creemos que es una señal. Entonces, ¿nos envía el Señor indicios de su voluntad o de oraciones respondidas? De ser así, ¿cómo son?
El significado de las señales
En primer lugar, debemos comprender que buscar señales no es saludable espiritualmente. Existen muchas sectas y movimientos que se obsesionan con señales y prodigios, solo para caer de lleno en enseñanzas falsas y apostasía.
En nuestro deseo de experimentar a Dios de una manera que trascienda el rango normal de la experiencia humana, podemos causar mucho daño espiritual. Recordemos que nuestro adversario es capaz de producir fenómenos que parecerían milagrosos para quienes tienen un discernimiento menos que óptimo.
Esto lo vemos con frecuencia en casos válidos de posesión demoníaca. Sucesos aparentemente "milagrosos" como la levitación, objetos que se materializan de la nada, conocimiento de sucesos ocultos o distantes, fuerza sobrehumana y movimiento de objetos remotos son experiencias comunes en el ministerio de exorcismo.
Sin embargo, sabemos que estos no son milagros en absoluto, ya que lo sobrenatural es la acción de Dios solamente. Los milagros son Dios actuando en el mundo natural en la suspensión de las leyes materiales. Los demonios no están produciendo milagros, sino que simplemente manipulan la materia y nuestros sentidos para confundirnos, engañarnos y asustarnos.
Incluso lo vemos en las acciones de ciertos falsos maestros que reúnen grandes seguidores debido a afirmaciones de curación, pero al examinarlos más de cerca, descubrimos que sus enseñanzas están en desacuerdo con las Escrituras.
¿Debemos reconocer las señales?
Con esa advertencia dicha, esto no significa que Dios nunca dé señales de su voluntad, juicio o respuestas a la oración. A veces lo hace. Conocer algunas de estas señales comunes es útil para evitar los errores mencionados.
1. Otras personas
Dios a menudo nos envía una señal en otras personas. En el Antiguo Testamento, vemos muchos ejemplos de profetas enviados para entregar mensajes a gobernantes y otros (Jeremías 20; 2 Samuel 12).
Si bien recibir un mensaje de un profeta no es probable hoy, recibir un mensaje a través de otros creyentes es bastante probable. A menudo, cuando hemos estado orando fervientemente por un tema, alguien en la iglesia se nos acerca y nos dice algo que literalmente responde a la petición.
A veces son conscientes de esto, otras veces no. O el sermón de ese domingo abordará el mismo problema con el que hemos estado luchando, brindando claridad.
Tengamos en cuenta que los buenos pastores oran para enseñar lo que su congregación necesita escuchar, y Dios responde, dándoles las palabras correctas en el momento adecuado.
2. Sueños y visiones
Las Escrituras nos dicen que a medida que nos acercamos al fin de los tiempos, la gente experimentará visiones y sueños. Esto no significa que cada sueño que tengas sea una señal de Dios. Tampoco significa necesariamente que cualquier sueño que tengas de naturaleza espiritual sea una señal o mensaje de Dios.
La mente humana es capaz de producir muchas imágenes y temas fantásticos que están bastante lejos de la intervención de Dios. Nuevamente, una de las claves para discernir cualquier cosa que consideremos una señal es si se ajusta a todo el testimonio de las Escrituras, ya que es nuestra única fuente de información infalible e inspirada divinamente.
Entonces, si tengo un sueño que indica que Dios quiere que abandone a mi familia y vaya solo a la selva tropical para predicar a una pequeña tribu allí por el resto de mi vida, es probable que ese sueño sea solo producto de mi imaginación caída. Sin embargo, Dios a veces se comunica a través de estos medios (Mateo 2:12; Hechos 10:9-23).
3. Significado intrínseco
Esta es quizás una de las formas más comunes en que Dios nos habla en la Persona del Espíritu Santo. La oración debe ser comunicación. Con demasiada frecuencia, la vemos como algo parecido a la ventanilla de autoservicio en el restaurante de comida rápida local.
Le damos a Dios nuestra lista de deseos y necesidades y luego seguimos adelante, esperando que Él cumpla nuestro pedido. Eso no es comunicación. La comunicación es algo bidireccional. Requiere que no solo hablemos sino que también nos detengamos y escuchemos. Escuchar es la parte difícil para la mayoría de nosotros.
Se necesita práctica para escuchar la voz de Dios, pero una vez que te comprometes a hacerlo, los resultados te sorprenderán. El Señor a menudo nos habla como una suave voz en nuestra conciencia (1 Reyes 19:12). Estos mensajes que recibimos en nuestra conciencia son lo que llamamos significados intrínsecos.
Son mensajes pensados solo para ti. Hablarán de tus heridas y miedos, te animarán a vivir santamente y te reprenderán cuando estés en pecado y rebelión. Esta es la voz del Espíritu Santo en tu vida (Juan 14:26).
¿Dios nos envía señales?
Sí, Dios a veces envía señales de Su voluntad, juicio o respuesta a la oración.
¿Cómo son las señales de Dios?
- Otras personas: Dios puede enviar un mensaje a través de otros creyentes, como un sermón o una conversación.
- Sueños y visiones: Dios puede comunicarse a veces a través de sueños o visiones que se alinean con las Escrituras.
- Sentido intrínseco: Dios puede hablar a través del Espíritu Santo en la conciencia, brindando mensajes personales sobre la verdad, el consuelo y la corrección.