¿Nos Ama Dios Simplemente para Su Gloria?

El Poder de la Gloria de Dios

Muchas preguntas surgen al enfatizar que Dios creó y redimió a sus hijos para su propia gloria. ¿Somos simples medios para su autoexaltación? ¿Existe un propósito más allá de la gloria de Dios? ¿Ama Dios a sus criaturas por lo que son en sí mismas?

Para abordar estas preguntas, debemos reconocer la tendencia atea inherente en cada corazón humano. Intentamos suprimir la verdad de la supremacía de Dios y su bondad suprema.

La Gloria de Dios como Nuestro Bien Supremo

La Biblia revela que Dios y todo lo que él representa en Jesús es el bien supremo para el corazón humano redimido. Es el cumplimiento último de nuestra felicidad, satisfacción y alegría. La oración de Jesús por nosotros es que veamos su gloria y lo amemos como el Padre lo ama a él (Juan 17:24).

Pedro afirma que Cristo sufrió para traernos a Dios, donde encontramos "plenitud de gozo... deleites para siempre" (1 Pedro 3:18; Salmo 16:11). Dios será el deleite supremo para los redimidos.

Nuestra Gloria en la Gloria de Dios

Carece de sentido separar el deleite de Dios en hacernos el bien del deleite de Dios en su propia gloria. Nuestro bien supremo siempre reside en conocer, atesorar y mostrar la gloria de Dios.

La resistencia a esta verdad es un remanente de nuestra naturaleza atea. Anhelamos una felicidad separada de la dependencia de Dios, la alegría en Dios y la glorificación de Dios. Esta resistencia es un mal que debemos pedirle a Dios que elimine.

En conclusión, Dios no nos ama simplemente para su gloria, sino que nuestro bien supremo se encuentra en su gloria. Al exaltar y disfrutar de Dios, reflejamos su gloria y encontramos nuestro mayor gozo y satisfacción.

Preguntas frecuentes

¿Somos meramente un medio para la autoglorificación de Dios?

No, no solo un medio, ya que existimos con un propósito que va más allá de la simple glorificación de Dios.

¿Existe algún propósito para nosotros más allá de la autoglorificación de Dios?

No, no hay nada más allá de la gloria de Dios.

¿Ama Dios más allá de su amor propio?

No, el amor de Dios por su Hijo, que es el resplandor de su gloria, es el amor más grande que tiene.

¿Somos meramente reflectores de la imagen de Dios para que Él se vea a sí mismo?

No, Dios no nos necesita para verse a sí mismo. Él ha hecho eso eternamente en la comunión de la Trinidad.

¿Contamos como individuos?

Sí, Dios no nos creó por nada.

¿Ama Dios a sus criaturas por lo que son en sí mismas?

Apartarse de Dios y no regocijarse en Él es el infierno.

¿Se deleita Dios en bendecir materialmente a criaturas que nunca creerán en Él?

Sí, Dios se deleita en el desbordamiento de misericordia incluso cuando es rechazada.

¿Ama Dios bendecirnos simplemente porque nos bendice?

No, el bendecirnos de Dios nunca es solo para nosotros sin ser también para Él.

¿Es válida la categoría de que Dios nos ama simplemente porque nos bendice?

No, es ateísta pensar que sería bueno que Dios nos bendijera sin glorificar su gracia por nuestro disfrute de ella.

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