¡No temas, porque te he llamado por tu nombre!

El Señor te redime y te protege

El profeta Isaías nos trae un mensaje de esperanza y consuelo en el capítulo 43 de su libro. A través de él, Dios nos dice: "No temas, porque yo te he redimido. Te he llamado por tu nombre; tú eres mío" (Isaías 43:1). Estas palabras nos recuerdan que no estamos solos en nuestras luchas y que Dios siempre está con nosotros.

Cuando atravesamos por aguas profundas o cuando el fuego de la dificultad nos rodea, Dios nos promete estar a nuestro lado. Nos asegura que no nos ahogaremos ni seremos consumidos por las llamas, porque somos preciosos para Él (Isaías 43:2-3).

Dios te ama y te valora

Además de protegernos, Dios nos ama profundamente. Nos dice: "Eres precioso a mis ojos y honrado, y yo te amo" (Isaías 43:4). Este amor incondicional nos da la fuerza para enfrentar los desafíos de la vida y la esperanza de que siempre habrá alguien que nos cuide.

Llamados para su gloria

Dios nos ha creado con un propósito: su propia gloria. Nos dice: "Todo aquel que es llamado por mi nombre, lo he creado para mi gloria; lo formé y lo hice" (Isaías 43:7). Cuando vivimos nuestras vidas de acuerdo con su voluntad, le glorificamos y cumplimos el propósito para el que fuimos creados.

El mensaje de Isaías 43 nos llena de esperanza y nos recuerda que no estamos solos. Dios nos ha redimido, nos protege, nos ama y nos llama para un propósito. Al confiar en Él, podemos superar los desafíos de la vida y vivir una vida plena y significativa.

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Preguntas Frecuentes

H3. ¿Quién es el autor de este pasaje?
El Señor, el Dios que creó y formó a Israel.

H3. ¿Cuál es el mensaje principal de este pasaje?
No temas, porque Dios te ha redimido y te ama.

H3. ¿Qué promesas hace Dios a su pueblo?
Que estará con ellos en las dificultades, los protegerá del peligro, les traerá de regreso a sus hijos y los honrará.

H3. ¿Por qué debemos tener fe en Dios?
Porque él es el Dios Santo de Israel, nuestro Salvador, y nos ama incondicionalmente.

H3. ¿Cómo podemos aplicar este pasaje a nuestra vida?
Confiando en Dios en tiempos de dificultad, recordando que somos preciosos para él y viviendo de acuerdo con su propósito.

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