¡No te rindas! El camino hacia la victoria
El llamado a la perseverancia
En medio de las pruebas y dificultades de la vida, el libro de Apocalipsis nos recuerda: "Aquí está la paciencia y la fe de los santos" (Apocalipsis 14:12). Anhelamos descanso del cansancio, y Dios promete satisfacer ese anhelo: "Saciaré al alma sedienta y saciaré a toda alma afligida" (Jeremías 31:25).
El descanso presente y futuro
Jesús ofrece descanso a quienes vienen a él agobiados (Mateo 11:28). Sin embargo, en esta vida, el descanso completo sigue siendo esquivo. El Evangelio nos libra de la imposible tarea de expiar nuestros propios pecados, pero también nos involucra en una batalla constante por mantener nuestra fe y compartirla con otros.
Las guerras son agotadoras, especialmente las largas. Por eso, a menudo nos sentimos cansados. La tentación de escapar o rendirnos nos acecha.
No te rindas
Pero no te rindas. En cambio, "esfuérzate y no desfallezcas, porque tu trabajo será recompensado" (2 Crónicas 15:7).
- Cuando el pecado familiar nos asalta: "No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea común a los hombres. Dios es fiel, y no permitirá que seáis tentados más allá de lo que podéis soportar, sino que con la tentación también os dará la salida, para que podáis soportarla" (1 Corintios 10:13).
- Cuando el cansancio del alma nos agobia: "Mi gracia es suficiente para ti, porque mi poder se perfecciona en la debilidad". Por tanto, me gloriaré más en mis debilidades, para que el poder de Cristo repose sobre mí" (2 Corintios 12:9).
- Cuando nuestras oraciones parecen sin respuesta: "Les contó [la parábola de la viuda persistente] para enseñarles que siempre deben orar y no desanimarse" (Lucas 18:1).
- Cuando las dudas del enemigo nos atacan: "Tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo... En toda circunstancia, tomad el escudo de la fe, con el cual podréis apagar todas las flechas encendidas del maligno" (Efesios 6:13, 16).
- Cuando el campo asignado por Dios parece difícil: "Pero como siervos de Dios, nos recomendamos en todo: en mucha paciencia, en tribulaciones, en necesidades, en angustias, en azotes, en cárceles, en tumultos, en trabajos, en desvelos, en ayunos..." (2 Corintios 6:4-5).
- Cuando la cosecha no parece prometedora: "No nos cansemos de hacer el bien, porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos" (Gálatas 6:9).
- Cuando trabajamos en la oscuridad: "Tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará" (Mateo 6:4).
- Cuando nuestra reputación se daña por seguir a Jesús: "Bienaventurados sois cuando os insulten, os persigan y digan todo tipo de maldad contra vosotros falsamente por causa mía" (Mateo 5:11).
- Cuando la espera de Dios parece interminable: "Los jóvenes desfallecen y se cansan, y los jóvenes caen exhaustos; pero los que esperan en el Señor renovarán sus fuerzas; subirán con alas como las águilas; correrán y no se cansarán; caminarán y no desmayarán" (Isaías 40:30-31).
- Cuando fallamos en el pecado: "Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad" (1 Juan 1:9).
Esperanza y ayuda en la dificultad
Vivir por fe en "cosas no vistas" es difícil (Hebreos 11:1). Jesús nos recuerda que "estrecha es la puerta y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que lo encuentran" (Mateo 7:14). Pero el camino siempre ha sido difícil, y no estás solo en él. Estás rodeado por una gran nube de testigos que han pasado por este camino antes que tú (Hebreos 12:1). Muchos han sufrido mucho más y han permanecido fieles. Recuérdalos e imita su fe (Hebreos 13:7).
Sobre todo, recuerda a Jesucristo (2 Timoteo 2:8). Él conoce tus obras (Apocalipsis 2:2) y comprende tu batalla (Hebreos 12:3). Su gracia será dada en el momento de necesidad (Hebreos 4:16) y será suficiente, incluso en los peores momentos (2 Corintios 12:9).
Así que, mira a Jesús (Hebreos 12:2), "pelea la buena batalla de la fe" (1 Timoteo 6:12) y termina tu carrera (2 Timoteo 4:7). Cuando hayas hecho la voluntad de Dios, recibirás lo que se promete: su gran y eterna recompensa (Hebreos 10:35-36). Medida por la eternidad, las dificultades de esta vida no serán largas, y "por vuestra paciencia ganaréis vuestras almas" (Lucas 21:19).
¿Quién es Jon Bloom?
Jon Bloom es profesor y cofundador de Desiring God, autor de cuatro libros y esposo y padre de cinco hijos.
¿Qué mensaje transmite el artículo de Jon Bloom?
El artículo insta a los lectores a no darse por vencidos ante las dificultades de la vida, sino a perseverar y confiar en la gracia de Dios.
¿Por qué es importante no darse por vencido?
No darse por vencido es esencial porque:
- Dios promete conceder descanso a los que están cansados.
- Seguir al Señor implica una guerra espiritual, que requiere resistencia.
- La tentación y la debilidad son comunes a todos, pero Dios proporciona una salida.
- Dios es fiel y suficiente para sostenernos en medio de las tribulaciones.
- La recompensa por perseverar es grande y eterna.