¡No te desesperes, Jesús te respalda!
1. No peques, es muy grave
El pecado es rebeldía contra Dios, una falta muy seria. Tiene consecuencias terribles:
- Insulta el sacrificio de Cristo.
- Revela nuestra naturaleza satánica, no divina.
- Pone en riesgo nuestra salvación.
- Puede alejarnos permanentemente de la esperanza.
2. No te desesperes, tienes un defensor
Aunque el pecado es grave, no debemos desesperarnos. Jesús es nuestro abogado ante el Padre:
- Su muerte propició (eliminó) la ira de Dios contra nosotros.
- Como nuestro defensor, presenta su sacrificio en nuestro nombre.
3. Comparte esta esperanza, no la acapares
Jesús no murió solo por nosotros. Vino a salvar a todos los que creen en él. No debemos guardar esta buena noticia para nosotros mismos:
- Hay otros "corderos" dispersos por todo el mundo que necesitan saber sobre Jesús.
- Nuestro deber es compartir el evangelio y hacer discípulos.
Preguntas Frecuentes
¿Qué es el pecado y por qué es tan grave?
El pecado es insubordinación contra Dios. Es muy grave porque insulta el sufrimiento de Cristo, sugiere que tenemos la naturaleza de Satanás, pone en peligro nuestra seguridad de salvación y puede llevarnos más allá del alcance de la esperanza.
¿Cómo podemos evitar el pecado?
La Palabra de Dios nos ayuda a evitar el pecado. Al leerla, meditar en ella, memorizarla y aplicarla en nuestras vidas, nos proporciona la guía y el poder para resistir la tentación.
¿Qué esperanza hay para aquellos que pecan?
Si pecamos, tenemos un abogado ante el Padre, Jesucristo el justo. Él ha propiciado nuestros pecados a través de su muerte en la cruz, quitando la ira de Dios de nosotros.
¿Por qué no debemos acaparar a Jesús para nosotros mismos?
Cristo no es solo la propiciación por nuestros pecados, sino también por los pecados del mundo entero. Como cristianos, tenemos la responsabilidad de compartir el mensaje de salvación y llevar a otros a seguir a Cristo.