¡No desaproveches la gracia divina!

Somos embajadores de Dios

El apóstol Pablo, en su carta a los Corintios, nos exhorta a ser colaboradores de Dios en la difusión de su gracia. Nos recuerda que Dios nos ha bendecido con una salvación gratuita y oportuna, y nos ruega que no dejemos pasar esta oportunidad única. Debemos aprovechar el tiempo presente, el "día de salvación", para recibir la gracia de Dios y vivir de acuerdo a su voluntad.

Vivir como verdaderos ministros

Como colaboradores de Dios, tenemos el deber de vivir de manera intachable, evitando cualquier obstáculo que pueda impedir que otros reciban el mensaje del Evangelio. Debemos ser ejemplos de paciencia, perseverancia y humildad, soportando las pruebas y dificultades con valentía. Nuestra pureza, comprensión y amor evidenciarán que somos auténticos ministros de Dios, y nos permitirán transmitir el mensaje de salvación de manera efectiva.

El poder de la verdad

Pablo enfatiza la importancia de predicar la verdad con fidelidad y el poder del Espíritu Santo. Debemos usar las armas de la justicia para defender la fe y combatir el error. Aunque enfrentemos rechazo o persecución, debemos mantenernos firmes en nuestra convicción y confianza en Dios. Nuestra honestidad y transparencia nos permitirán ganar credibilidad, incluso entre aquellos que nos difaman.

Preguntas Frecuentes

¿Qué significa recibir el don de la bondad de Dios?

Recibir el don de la bondad de Dios significa aceptar la gracia y la salvación que Él ofrece a través de Jesucristo. Es reconocer nuestra necesidad de perdón y aceptar la ayuda que Dios nos brinda para transformar nuestras vidas.

¿Por qué es importante aceptar el don de Dios ahora?

Porque es el momento adecuado. Hoy es el día de salvación, y Dios nos invita a recibir su gracia mientras todavía tengamos oportunidad. Si ignoramos o posponemos su oferta, podemos perdernos las bendiciones que Él tiene para nosotros.

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¿Cómo podemos demostrar que somos verdaderos ministros de Dios?

Viviendo de forma irreprochable, evitando que otros tropiecen o cuestionen nuestra fe. Soportando con paciencia las adversidades y demostrando pureza, comprensión, paciencia, bondad y amor sincero.

¿Qué significa ser el templo de Dios?

Significa que los creyentes son la morada del Espíritu Santo. Dios habita dentro de nosotros, y debemos honrar este privilegio viviendo vidas santas y agradables a Él.

¿Por qué debemos separarnos de los incrédulos?

Porque la luz y la oscuridad no pueden coexistir. La asociación con los incrédulos puede contaminar nuestra fe y obstaculizar nuestro crecimiento espiritual.

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