¿Matrimonio o celibato? Consideraciones bíblicas
El matrimonio y las relaciones sexuales
El apóstol Pablo reconoce la importancia del matrimonio como una institución creada por Dios para satisfacer las necesidades físicas y emocionales de los humanos. Recomienda que cada hombre tenga su propia esposa y cada mujer su propio esposo para evitar la inmoralidad sexual que prevalece en el mundo. El matrimonio debe ser un vínculo de amor y respeto mutuo, donde ambos cónyuges satisfagan las necesidades sexuales del otro.
El celibato y la soltería
Si bien Pablo reconoce el valor del matrimonio, también valora el celibato y la soltería como un don de Dios. Sugiere que las personas que no están casadas pueden dedicar más tiempo a servir a Dios y a centrarse en su crecimiento espiritual. Sin embargo, enfatiza que el celibato no es para todos y que aquellos que luchan con la autodisciplina deben considerar casarse para evitar caer en la tentación.
El matrimonio interreligioso
Pablo aborda la cuestión del matrimonio entre creyentes y no creyentes. Enseña que los creyentes no deben divorciarse de sus cónyuges no creyentes si estos están dispuestos a permanecer en el matrimonio. El creyente puede ser una influencia positiva en su cónyuge y llevarlo a la fe. Sin embargo, si el cónyuge no creyente insiste en dejar el matrimonio, el creyente no está obligado a permanecer en él.
El matrimonio y las responsabilidades terrenales
Pablo reconoce que el matrimonio conlleva responsabilidades terrenales. El esposo debe proveer para su esposa, mientras que la esposa debe cuidar del hogar y los hijos. Esto puede dividir los intereses y las prioridades de los cónyuges, especialmente cuando ambos tienen carreras o responsabilidades fuera del hogar. Pablo aconseja a los creyentes que tomen en cuenta estas responsabilidades al tomar decisiones sobre el matrimonio.
Las enseñanzas de Pablo sobre el matrimonio y el celibato brindan orientación a los cristianos que buscan tomar decisiones sabias sobre su vida personal. Reconoce el valor tanto del matrimonio como del celibato, enfatizando que la decisión correcta depende de las circunstancias y el llamado individual de cada persona.
