¡Los misteriosos seres de la visión de Ezequiel!
Los seres celestiales de cuatro caras
Ezequiel, el profeta del Antiguo Testamento, recibió una visión extraordinaria donde contempló criaturas asombrosas. Estos seres tenían la misteriosa cualidad de poseer cuatro caras: la de un hombre, un león, un buey y un águila. Cada rostro representaba un aspecto diferente de la naturaleza de Dios.
Un torbellino de fuego y criaturas vivientes
La visión de Ezequiel comenzó cuando vio un torbellino procedente del norte, envolviendo un fuego intenso. En medio de ese fuego, aparecieron cuatro criaturas vivientes, con cuatro alas y cuatro rostros. Sus pies brillaban como el bronce pulido, mientras que sus manos parecían humanas.
Las ruedas dentro de ruedas
Junto a las criaturas vivientes, Ezequiel observó cuatro ruedas, cada una con cuatro caras. Las ruedas tenían un aspecto cristalino y estaban llenas de ojos por todos lados. Estas ruedas se movían en perfecta sincronía con las criaturas vivientes, lo que indicaba que su voluntad estaba en armonía con el espíritu de Dios.
El trono de la gloria
Sobre las criaturas vivientes y las ruedas, Ezequiel vio un trono de color zafiro, con la apariencia de un hombre sentado en él. Desde la cintura hacia arriba, la figura brillaba como el ámbar y el fuego, mientras que desde la cintura hacia abajo, parecía fuego con un resplandor deslumbrante. Alrededor del trono, había un arcoíris como símbolo de la gloria de Dios.
Preguntas frecuentes sobre la Visión de Ezequiel
¿Quién vio la visión descrita en Ezequiel 1?
Ezequiel, el sacerdote y profeta, vio la visión mientras estaba entre los cautivos junto al río Quebar.
¿Cuándo tuvo lugar la visión?
En el año 30, en el cuarto mes, el quinto día del mes.
¿Qué vio Ezequiel primero?
Un torbellino proveniente del norte con una nube grande y fuego, y una luz brillante como el ámbar en medio del fuego.
¿Cuáles eran las características de las criaturas vivientes?
Tenían forma humana con cuatro caras (humana, león, buey y águila), cuatro alas, piernas rectas y brillantes como el bronce.
¿Qué había junto a cada criatura viviente?
Una rueda con cuatro caras, de color berilo, que se movía junto con las criaturas vivientes.
¿Qué había por encima de las criaturas vivientes?
Un firmamento como un cristal impresionante, y por encima de él, un trono con una figura humana sentada.
¿Qué sonido se oía cuando las criaturas vivientes se movían?
El sonido de muchas aguas, como el de la voz del Todopoderoso, o el ruido de un ejército.
¿Qué representa esta visión?
La gloria y la majestuosidad de Dios, así como su presencia y poder sobre la creación.
