Los Mártires de Auca: Una Historia de Fe y Sacrificio

Jim Elliot: El Misionero Llamado a Evangelizar

Jim Elliot, un joven de 29 años, dedicó su vida a la misión de difundir el Evangelio. Desde su infancia, los relatos de misioneros lo inspiraron a soñar con servir a Dios en tierras lejanas. En 1952, se embarcó en un viaje de 18 días a Ecuador, donde se uniría a esfuerzos misioneros entre los indígenas quichuas.

El Plan para Alcanzar a los Auca

Tres años después de su llegada a Ecuador, Jim Elliot sintió un llamado a evangelizar a los aucas, una tribu peligrosa y conocida por matar a forasteros. A pesar del riesgo, Elliot y otros cuatro misioneros idearon un plan para demostrar su amistad a los aucas.

Utilizaron un avión para lanzar regalos y hablarles en su idioma. Después de meses de intentarlo, los aucas respondieron positivamente enviando un regalo al avión.

El Encuentro Fatal

En enero de 1956, los misioneros aterrizaron en una playa auca. Luego de días de espera, un hombre auca y dos mujeres aparecieron. Los misioneros intentaron establecer una conexión amistosa, pero un grupo de guerreros aucas se acercó con lanzas.

Elliot se enfrentó a una difícil decisión: usar su arma o seguir su promesa de no matar a ningún auca que no conociera a Jesús. En un instante, los guerreros lanzaron sus lanzas, matando a Elliot y a los otros cuatro misioneros.

El Legado de los Mártires

La muerte de los misioneros conmocionó al mundo. Sin embargo, su sacrificio no fue en vano. En los años siguientes, la esposa de Elliot, Elisabeth, y su hija se mudaron a la aldea auca, donde muchas personas se convirtieron al cristianismo.

Hoy, los aucas son una tribu amistosa y los misioneros siguen viviendo entre ellos, incluyendo al hijo de Nate Saint, uno de los mártires. La historia de Jim Elliot y sus compañeros continúa inspirando a generaciones de cristianos a seguir su ejemplo de fe y sacrificio.

Preguntas Frecuentes

¿Por qué Jim Elliot quería compartir el evangelio con los Aucas?

  • Sentía una profunda compasión por aquellos que no conocían a Dios y creía que los Aucas necesitaban escuchar el mensaje de salvación.

¿Cómo intentaron los misioneros establecer contacto amistoso con los Aucas?

  • Dejaron caer regalos desde un avión y utilizaron un amplificador para hablarles en frases de Auca amistosas.

¿Por qué Jim Elliot decidió no usar su arma cuando fue atacado por los Aucas?

  • Había prometido no matar a ningún Auca que no conociera a Jesús, incluso para salvar su propia vida.

¿Qué ocurrió después de la muerte de los misioneros?

  • Sus esposas y otros misioneros continuaron su trabajo, estableciendo contacto amistoso con los Aucas y llevando el evangelio a la tribu.

¿Cómo honra el legado de Jim Elliot?

  • Su muerte inspiró a innumerables personas a convertirse en misioneros y compartir el amor de Jesús con los no alcanzados.

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