¿Los cristianos verdaderos nunca pecan?
El significado de 1 Juan 5:18
En 1 Juan 5:18, leemos: "Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios no practica el pecado, porque el que fue engendrado por Dios lo guarda; y el maligno no lo toca". Este pasaje a menudo suscita preguntas sobre si los cristianos verdaderos nunca pecan.
No pecar de forma habitual
La frase "no practica el pecado" se refiere a que los cristianos no hacen del pecado un hábito. No se complacen en el pecado ni lo aceptan como parte de su vida. En cambio, luchan contra el pecado y buscan vivir según la voluntad de Dios.
Protección de Cristo
"El que fue engendrado por Dios lo guarda" indica que Jesucristo, quien nació del Espíritu Santo, protege a los creyentes. Esto no significa que los cristianos estén libres de tentaciones o pruebas, sino que tienen la ayuda sobrenatural de Cristo para vencer el mal.
El alcance limitado del maligno
"Y el maligno no lo toca" no significa que los cristianos nunca sufran daño o persecución. Sin embargo, el maligno, Satanás, no puede destruir o condenar a aquellos que están protegidos por la sangre de Cristo. Pueden lastimarlos o tentarlos, pero no pueden tocarlos con el toque mortal del pecado o la condenación eterna.
1 Juan 5:18 enseña que los cristianos verdaderos luchan contra el pecado, están protegidos por Cristo y están a salvo del alcance mortal del maligno. No significa que nunca cometan errores o caigan en el pecado, sino que no hacen del pecado una práctica habitual y confían en la protección de Dios para vencer el mal.
Preguntas frecuentes sobre 1 Juan 5:18
¿Significa 1 Juan 5:18 que los verdaderos cristianos nunca pecan?
No, no significa que los cristianos nunca pequen. El texto dice que "el que es nacido de Dios, no peca", pero esto no significa que nunca cometamos errores o que no pequemos. Más bien, significa que no hacemos del pecado un hábito o una forma de vida.
¿Qué significa que "el que es nacido de Dios, lo guarda"?
Significa que Jesucristo, que es el único nacido de Dios, nos protege del diablo. Él intercede por nosotros, está con nosotros siempre y su sangre nos cubre, protegiéndonos de las acusaciones de Satanás.
¿Qué quiere decir con "el malo no lo toca"?
Significa que Satanás no puede destruirnos ni dañarnos fatalmente. Sus acusaciones y tentaciones pueden herirnos, pero no pueden aniquilarnos. El veneno letal de Satanás fue quitado de los creyentes por la sangre de Jesús.