Locura y cantos espirituales en el alma de un santo: la historia de William Cowper
El hombre detrás del himno
William Cowper, poeta del siglo XVIII, es un referente en la historia de la poesía y la fe. Es el autor del famoso himno "Dios actúa de manera misteriosa" y su vida está llena de luchas con la depresión y la esperanza.
El contexto de su vida
Cowper nació en una familia adinerada pero no religiosa en 1731. Perdió a su madre a los seis años y fue enviado a un internado donde sufrió abusos. Estos sucesos traumáticos dejaron una profunda huella en su psique.
Desesperación profunda
A los 27 años, Cowper sufrió una crisis depresiva que lo llevó al suicidio. Fue internado en un asilo donde conoció al pastor John Newton, quien se convirtió en su amigo y mentor espiritual.
El sol de justicia
En el asilo, Cowper encontró consuelo en la Biblia y experimentó una profunda conversión a la fe cristiana. Sin embargo, sus luchas con la depresión continuaron, manifestándose en diez años de intervalos de desesperación.
La influencia de Newton
Newton fue un pastor sabio y compasivo que animó a Cowper a escribir himnos y poemas. Su colaboración dio lugar a un himnario que difundió las ideas del Renacimiento Evangélico.
El sueño fatal
En 1769, Cowper tuvo un sueño que lo sumió en una desesperación espiritual. Creyó que era un reprobado condenado a la condenación.
Protegido providencialmente
A pesar de sus repetidos intentos de suicidio, Cowper fue protegido por la providencia de Dios. Newton permaneció a su lado, brindándole apoyo y consuelo.
Reflexiones sobre su depresión
La lucha de Cowper con la depresión es un testimonio del poder soberano de Dios para salvar y santificar. Si bien experimentó períodos de extrema desesperación, también encontró momentos de esperanza y fe.
Lecciones de una vida deprimida
De la vida de Cowper, podemos aprender:
- A desconfiar de las certezas de la desesperación.
- A amar y cuidar a nuestros hijos.
- A buscar amigos como John Newton que nos apoyen en los momentos difíciles.
- A centrarnos en las realidades externas a nosotros mismos.
- A alentar la esperanza y la fe en nuestros seres queridos.
- A proclamar las misericordias de Jesús y señalar la suficiencia de su sacrificio.