¿Llorar o festejar ante la muerte de un cristiano?
La respuesta bíblica: Ambas, simultáneamente
Al meditar en Filipenses, descubrí un marcado contraste emocional entre los versículos 17-18 y 27 del capítulo 2.
Una invitación a la alegría
En los versículos 17-18, Pablo expresa su disposición a morir como "libación" sobre el sacrificio de la fe de los filipenses. Y añade: "Me alegro y me regocijo con todos vosotros. De igual manera, también vosotros alegraos y regocijaos conmigo" (versículo 18).
Pablo no solo se regocija ante la posibilidad de su propia muerte, sino que pide a los filipenses que se regocijen con él. Esto se debe a que, para Pablo, "partir y estar con Cristo" es "muchísimo mejor" (Filipenses 1:23).
Experimentando un profundo pesar
Sin embargo, diez versículos después, Pablo elogia a Epafrodito por "arriesgar su vida por la obra de Cristo" (versículo 30). Pero Epafrodito no murió, y Pablo se alegra. Dice: "En verdad estuvo enfermo, al borde de la muerte; pero Dios tuvo misericordia de él, y no solo de él, sino también de mí, para que yo no tuviera tristeza sobre tristeza" (versículo 27).
Dios mostró misericordia a Pablo para que no sufriera "tristeza sobre tristeza". En otras palabras, Dios impidió la muerte de Epafrodito para evitar que Pablo sumara más pesar a sus cargas.
Una armonía compleja
¿Qué podemos concluir de esto?
Que nuestra tristeza por la muerte de un creyente es una tristeza alegre, y nuestro regocijo por la muerte de un creyente es un regocijo doloroso. El dolor no es desesperante, y la alegría no es frívola. La alegría duele, y el dolor se alivia con una esperanza invencible.
Por eso, una de las consignas más comunes de la vida cristiana es "tristes, mas siempre gozosos" (2 Corintios 6:10). La tristeza y la alegría no son secuenciales, sino simultáneas. No es esquizofrenia emocional, sino la compleja armonía del alma cristiana.
Por lo tanto, cuando un cristiano fallece, no reprimas las lágrimas ni menosprecies la alegría en los ojos de sus seres queridos.
Preguntas frecuentes sobre el duelo cristiano
¿Qué emociones son apropiadas cuando muere un cristiano?
Tanto la tristeza como la alegría son emociones apropiadas, incluso simultáneamente.
¿Por qué se nos anima a regocijarnos por la muerte de un cristiano?
Porque el cristiano ahora está con Cristo, lo cual es mejor que cualquier cosa en la tierra.
¿Cómo podemos reconciliar el regocijo con el dolor?
El dolor es alegre porque hay esperanza en la resurrección, mientras que el regocijo está teñido de tristeza porque extrañamos al ser querido.
¿Cuál es el "complejo acorde" del alma cristiana?
Es la habilidad de experimentar tristeza y alegría al mismo tiempo, reconociendo que la tristeza es esperanzadora y la alegría está mezclada con dolor.
¿Qué versículo bíblico resume mejor las emociones del duelo cristiano?
"Tristes, pero siempre gozosos" (2 Corintios 6:10).