Las raras virtudes de Boaz: El secreto de un matrimonio digno

El hombre que toda mujer merecería

En la Biblia, los matrimonios ejemplares son escasos. Incluso parejas admirables como Jacob y Raquel, Abraham y Sara, o David y Abigail, presentan imperfecciones o fracasos notables.

Sin embargo, el amor entre Boaz y Rut destaca como una belleza excepcional. De todos los matrimonios bíblicos, ¿hay alguno más encomiable que el breve vistazo que tenemos de este justo hijo de Judá y su novia moabita?

Un hombre digno de admiración

Cuando Boaz encontró a su futura esposa acostada a sus pies en la oscuridad del granero, le dijo: "Mi hija, no temas. Haré por ti todo lo que pidas, porque todos mis paisanos saben que eres una mujer digna" (Rut 3:11).

A través de su lealtad inquebrantable, su valentía, su dependencia de Dios y su iniciativa sumisa, Rut había demostrado ser una mujer digna de respeto, admiración y el amor de un esposo.

Un protector y proveedor

La dignidad de Boaz comenzaba con la forma en que cuidaba a Rut, una viuda vulnerable lejos de su hogar, incluso cuando no había beneficio aparente para él.

Cuando la conoció en el campo, le dijo: "Escucha, hija mía. No vayas a espigar a otro campo ni te alejes de este, sino quédate cerca de mis criadas. Fíjate en el campo que siegan y ve tras ellas. No he mandado a los criados que te toquen" (Rut 2:8-9).

A pesar de haberla conocido recientemente, inmediatamente asumió la responsabilidad de su bienestar. Se aseguró, en la medida de lo posible, de que nadie le hiciera daño. Y no esperó a que ocurriera algo en el campo, sino que se dirigió a los hombres primero y les ordenó que no la tocaran.

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Los hombres buenos son lo suficientemente vigilantes para prever las amenazas a aquellos bajo su cuidado y lo suficientemente valientes para hacer lo que puedan para frustrar esas amenazas.

Un hombre amable y compasivo

El cuidado y la protección de Boaz hacia Rut fueron expresiones de una bondad inusual. Cuando Noemí se entera de cómo Boaz recibió a Rut espigando en sus campos, dice: "¡Bendito sea por el Señor, que no ha dejado de mostrar su bondad a los vivos y a los muertos!" (Rut 2:20).

Y como hoy, su bondad contrastaba fuertemente con la de muchos hombres a su alrededor. La gente no se sorprendía cuando los hombres eran egoístas, duros o se aprovechaban de las mujeres, ¿por qué si no Boaz habría tenido que ordenar a sus hombres que no la tocaran? Pero Boaz no era como esos hombres. Era lo suficientemente fuerte para proveer, lo suficientemente duro para proteger, pero también lo suficientemente amable para cuidar, sacrificarse y amar.

"El siervo del Señor debe ser... amable con todos", dice Pablo (2 Timoteo 2:24). Deben ser amables porque Dios lo dice, sí, pero también porque han sido atraídos bajo la cascada de su bondad (Efesios 2:7). La bondad es lo que son los hombres de Dios, porque saben dónde estarían sin su bondad.

Un redentor que reflejaba a Cristo

La dignidad de Boaz, como la de cualquier esposo, es una dignidad de reflejo. La gloria de Boaz es una luz que se refleja del Hijo, el Cristo que un día redimiría a su novia.

Cuando Rut se acercó a Boaz, dijo: "Yo soy Rut, tu sierva. Extiende tu manto sobre tu sierva, porque tú eres pariente cercano" (Rut 3:9). En ese momento en Israel, un "pariente redentor" era un familiar que pagaba para redimir a un miembro de la familia de la servidumbre o para volver a comprar tierras que habían sido vendidas o perdidas por pobreza (ver Levítico 25:23, 47-49). Boaz no era el redentor más cercano, pero sí el más cercano dispuesto a casarse con la viuda y perpetuar el linaje de su esposo (Rut 4:5-6).

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Y así, Boaz declara, para que todos lo oigan: "He comprado a Rut la moabita, viuda de Mahlón, para que sea mi esposa" (Rut 4:10). La redimió de su dolor y pobreza como una imagen de cómo Cristo eventualmente redimiría a pecadores como nosotros de un destino mucho peor. El digno Boaz se levantó para cumplir con el encargo que Pablo algún día daría a todo esposo cristiano:

"Maridos, amad a vuestras mujeres, como Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha" (Efesios 5:25-27).

Preguntas frecuentes

¿Qué cualidades hicieron de Boaz un hombre digno de una esposa como Rut?
- Es un hombre digno de confianza, respeto y honor.
- Protege y cuida a los vulnerables, incluso a una viuda extranjera como Rut.
- Provee para las necesidades físicas y emocionales de los demás.
- Es inusualmente amable y compasivo.
- Es un "pariente redentor" dispuesto a redimir a Rut de la pobreza y la aflicción, prefigurando el papel de Cristo como nuestro Redentor.

¿Qué beneficios trajo el matrimonio de Boaz y Rut a su familia y comunidad?
- Dio a luz a un hijo, Obed, que se convirtió en el abuelo del rey David.
- Restauró la alegría y la esperanza a la suegra de Rut, Noemí.
- Se convirtió en un símbolo del amor redentor de Dios y la bendición que trae el matrimonio piadoso.

¿Cómo pueden las personas que buscan matrimonio encontrar a una pareja digna?
- Busquen a alguien que refleje las cualidades de Boaz: dignidad, protección, provisión, amabilidad y disposición a redimir.
- Observen cómo sus posibles parejas interactúan con los demás, especialmente con los vulnerables.
- Asegúrense de que sus parejas potenciales reconozcan y se humillen ante la bondad salvadora de Dios.

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¿Qué papel juega el matrimonio en la obra redentora de Dios?
- El matrimonio puede ser un reflejo del amor redentor de Cristo por su Iglesia.
- Los matrimonios fieles pueden difundir la redención, la curación y el amor de Dios en sus comunidades.

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