La Soberanía Absoluta de Dios
Dios: El Soberano Universal
Dios reina sobre todo el universo. Su autoridad es ilimitada y su poder, inmenso. Nunca se ve obligado a actuar contra su voluntad, ni se siente frustrado o perdido. En Jesucristo, experimentamos la asombrosa soberanía divina, que nos brinda reverencia, seguridad y libertad.
Soberanía sobre la Salvación
El sacrificio de Jesús no solo ofreció salvación al mundo, sino que también atrajo a su pueblo hacia él. Vence su rebelión y los reúne a sí mismo con poder absoluto.
Soberanía sobre el Sufrimiento
El sufrimiento existe para que Cristo revele la grandeza de la gracia de Dios. Al sufrir por nosotros, vence nuestro propio sufrimiento.
Soberanía sobre la Misión Global
El Rey de reyes y Señor de señores gobierna el mundo y su misión con absoluta soberanía. Nada escapa a su voluntad. Si encuentra resistencia, la usa para sus propósitos o la supera para lograrlos.
Preguntas Frecuentes sobre la Soberanía de Dios
¿Hasta qué punto se extiende la soberanía de Dios?
La soberanía de Dios es ilimitada, abarcando todo el universo y todo lo que sucede en él. Él reina sobre el mundo entero sin ninguna limitación.
¿Significa que Dios hace todo lo que quiere?
Sí, Dios es soberano y hace todo lo que le place. Nunca se ve obligado a hacer algo que desprecie y siempre actúa de acuerdo con su voluntad.
¿Cómo se relaciona la soberanía de Dios con la salvación?
Dios es soberano en la salvación, lo que significa que no solo ofrece la salvación al mundo, sino que también trae a su pueblo a sí mismo, venciendo su rebelión y reuniéndolos con omnipotencia.
¿Por qué existe el sufrimiento en el mundo si Dios es soberano?
El sufrimiento existe para que Cristo pueda mostrar la grandeza de la gracia de Dios al sufrir él mismo para vencer nuestro sufrimiento.
¿Qué papel juega la soberanía de Dios en su misión global?
Como Rey de reyes y Señor de señores, Dios reina sobre el mundo y su misión con absoluta soberanía. Nada está fuera de su voluntad, y cualquier resistencia que encuentre es permitida o vencida para sus propósitos.