La resurrección de Jesús: su significado crucial

La resurrección de Jesús: un evento único

Cuando Jesús estuvo en la Tierra, resucitó a cuatro personas de entre los muertos: el hijo de la viuda de Naín, la hija de Jairo, el gobernante de la sinagoga, y Lázaro, el hermano de María y Marta (Lucas 7:15; Marcos 5:42; Juan 11:44). Sin embargo, su propia resurrección fue excepcionalmente significativa.

Si bien el Nuevo Testamento enseña que Dios Padre resucitó a Jesús (Romanos 6:4; Hechos 2:32), Jesús mismo también participó activamente en su resurrección (Juan 10:18; 5:21-22). Fue una resurrección única, realizada por un personaje único: el Hijo eterno y divino de Dios, con la autoridad del Padre.

La importancia de la resurrección de Jesús

¿Por qué es tan importante recordar que Jesús se resucitó a sí mismo? Porque la muerte no fue vencida por la resurrección de Lázaro, la hija del gobernante o el hijo de la viuda. La muerte fue derrotada por la resurrección de Jesús.

Ninguna otra resurrección, ningún otro milagro de sanación o exorcismo, ninguna multiplicación de panes y peces, o ninguna calma de olas y vientos, nos habría beneficiado si Jesús no se hubiera resucitado a sí mismo por la autoridad del Padre. La resurrección de Lázaro después de cuatro días no habría ayudado a nadie si Jesús no se hubiera resucitado a sí mismo.

La victoria sobre la muerte

"Jesús vino, soberano y sin pecado, a tomar nuestro lugar bajo el juicio de Dios".

¿Por qué la resurrección de Jesús es la única resurrección que beneficia a la humanidad? No solo porque fue única, con el Hijo eterno y divino de Dios resucitándose a sí mismo, sino también porque siguió y vindicó una muerte única.

La muerte fue derrotada en la victoria cuando Jesús se resucitó a sí mismo como el Dios-hombre con toda la autoridad del universo, para nunca morir nuevamente (1 Corintios 15:54-57).

El pecado: el aguijón de la muerte

El apóstol Pablo explica que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la ley (1 Corintios 15:56). La muerte destruye eternamente porque es consecuencia de nuestro pecado (Romanos 6:23). Todos somos culpables porque todos hemos pecado (Romanos 3:23).

Por eso la muerte nos asusta. Sabemos que somos pecadores culpables ante un Dios justo y santo. Podemos no reconocerlo, pero nuestros corazones nos dicen la verdad. La muerte tiene un aguijón, no como una pequeña picadura de abeja, sino como una picadura de escorpión: letal, condenatoria, interminable. Y el aguijón es nuestro pecado.

La victoria de Jesús

"Gracias a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo".

Cuando Pablo exclama: "¡Muerte, dónde está tu aguijón?", se refiere a la ausencia del efecto venenoso y condenatorio de la muerte. ¿Cómo es posible?

"El aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la ley. Pero gracias a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo".

La muerte única de Jesús, como Dios-hombre sin pecado, lo convirtió en un sacrificio perfecto que satisfizo la justicia de la ley de Dios (Romanos 5:6-8; 2 Corintios 5:21).

Al morir por nosotros, Jesús cargó con nuestro pecado y sufrió el castigo que merecíamos (1 Pedro 2:24; Isaías 53:5-6). Por lo tanto, no hay condenación para quienes están en Cristo Jesús (Romanos 8:1).

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Cuando Jesús resucitó de entre los muertos, declaró al universo que su muerte única había logrado su propósito: su pueblo nunca sería condenado.

La fe en Jesús

"Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá; y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente".

Tal vez te preguntes: "¿Crees?". Si lo haces, Jesús será tu resurrección. Si no lo haces, no lo será.

Creer en Jesús no es quedar impresionado por los milagros. El diablo cree en los milagros. Creer significa ver a Jesús como la Persona más preciosa del universo y atesorarlo por encima de todo y de todos los demás.

"Nunca negarás a Jesús porque te falte evidencia suficiente de que es glorioso y hermoso".

Si no crees en Jesús, si no es tu Salvador confiable, Líder y Tesoro precioso, no es porque te falte evidencia suficiente de que es verdadero, glorioso y hermoso. Es porque amas algo más.

Preguntas frecuentes

¿Por qué es importante que Jesús se haya resucitado a sí mismo?

Porque ninguna otra resurrección, ni siquiera la de Lázaro, tenía el poder de vencer el "aguijón" de la muerte, que es el pecado. Solo la resurrección de Jesús, realizada con la autoridad de Dios Padre, pudo anular el poder del pecado y darnos la victoria sobre la muerte.

¿Qué hizo a la muerte de Jesús única?

La muerte de Jesús fue única porque fue un intercambio. Él, que no tenía pecado, tomó nuestro lugar bajo el juicio de Dios y llevó sobre sí nuestros pecados. Esta sustitución satisfizo la justicia de la ley de Dios y nos libró de la condenación eterna.

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¿Qué sucede con los que creen en Jesús?

Para aquellos que creen en Jesús, no hay condenación porque el pago por su pecado ya ha sido hecho. La muerte de Jesús anuló el aguijón de la muerte, y ahora tienen vida eterna con él.

¿Qué significa creer en Jesús?

Creer en Jesús no es simplemente creer en su existencia, sino verlo como la Persona más valiosa del universo y atesorarlo por encima de todo. Implica confiar en él como nuestro Salvador, Líder y Tesoro.

¿Por qué algunas personas no creen en Jesús a pesar de las pruebas?

Porque aman algo más que a Jesús. El amor por el dinero, el placer o el poder puede cegarnos al verdadero valor de Jesús.

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