¡La Restauración de Jerusalén: Prosperidad y Esperanza!
La Promesa de Dios: Renovación y Sanación
En medio de la desesperación, la palabra del Señor llegó a Jeremías, prometiendo renovación y sanación para Jerusalén. Dios dijo: "Llámame, y yo te responderé, y te mostraré cosas grandes y poderosas que no conoces". Ante la devastación de la ciudad, el Señor declaró que restauraría la salud, la paz y la verdad a su pueblo.
Regreso de los Cautivos y Reconstrucción
Dios prometió devolver a los cautivos de Judá e Israel a sus hogares. Las ciudades serían reconstruidas y la iniquidad sería purificada. Jerusalén se convertiría en un símbolo de alegría, alabanza y honor para todas las naciones. El Señor dijo: "Vendrán a pelear con los caldeos, pero solo para llenar sus lugares con los cuerpos de los hombres que mataré en mi ira y furia".
Un Pastor para el Pueblo
En medio de la desolación, el Señor prometió un pastor para guiar a su pueblo. Rebaños de ovejas volverían a habitar las ciudades y los campos. Dios dijo: "He aquí, vienen días en que cumpliré esa cosa buena que he prometido a la casa de Israel y a la casa de Judá".
El Rama de Justicia
Dios prometió levantar un "Rama de Justicia" de la línea de David. Este líder justo traería juicio y rectitud a la tierra. En ese tiempo, Judá sería salvo y Jerusalén habitaría segura. El nombre de Jerusalén sería "El Señor Nuestra Justicia".
El Pacto Eterno
El Señor se comprometió a mantener su pacto con David y los levitas. Habría siempre un descendiente de David en el trono y un sacerdocio que ofrecería sacrificios. Dios dijo: "Si podéis romper mi pacto con el día y mi pacto con la noche, para que no haya día y noche a su tiempo, entonces también mi pacto con David mi siervo puede romperse".
Una Nación Restaurada
Dios respondió a quienes dudaban de su fidelidad y misericordia: "Así ha dicho Jehová: Si mi pacto no es con el día y la noche, y si no he establecido las leyes del cielo y de la tierra, entonces desecharé la descendencia de Jacob y de David mi siervo, para no tomar más de su descendencia gobernantes para la descendencia de Abraham, Isaac y Jacob". El Señor declaró que restauraría a los cautivos y tendría misericordia de ellos.
Preguntas frecuentes
¿Cómo puedo recibir respuestas del Señor?
Llamando a Él en oración (v. 3).
¿Por qué fueron destruidas las casas de Jerusalén?
Por la maldad del pueblo (v. 5).
¿Qué promesas hace Dios en este pasaje?
Traer sanidad, paz y verdad (v. 6), restaurar a los cautivos (v. 7), perdonar las iniquidades (v. 8), establecer un nombre de honor para la ciudad (v. 9), restaurar la alegría y el culto (vv. 10-11), proveer pastoreo (v. 12), cumplir el bien prometido (v. 14), establecer un descendiente justo de David (v. 15) y garantizar la continuidad del sacerdocio (v. 18).
¿Qué es el "pacto del día y la noche"?
Un recordatorio de la inmutabilidad de los propósitos de Dios (v. 20).
¿Por qué el pueblo de Israel fue despreciado?
Por creer que Dios los había abandonado (v. 24).
¿Cuál es la garantía de la restauración de Israel?
Los pactos inquebrantables de Dios con el día y la noche (v. 25).