La Palabra de Vida: Luz y Salvación

La Luz Inmutable de Dios

Desde el principio, fuimos testigos de la Palabra de Vida, que se manifestó ante nosotros. La vimos con nuestros propios ojos, la palpamos con nuestras propias manos. Esta Vida eterna, procedente del propio Dios, se hizo realidad ante nosotros.

Compartiendo la Comunión con Dios

Hemos presenciado y oído todo esto para compartirlo con ustedes, para que también experimenten la comunión con el Padre y su Hijo, Jesucristo. Nuestro deseo es que su alegría se complete, duplicando nuestra propia felicidad.

La Santidad y la Purificación

Dios es luz, pura y sin sombra. Si afirmamos tener comunión con él y seguimos caminando en la oscuridad, nos engañamos a nosotros mismos. Sin embargo, si caminamos en la luz, como Dios mismo es luz, compartimos la comunión entre nosotros. La sangre derramada de Jesucristo, el Hijo de Dios, nos limpia de todo pecado.

Reconociendo Nuestro Pecado

Aferrarse a la negación del pecado es un engaño. En cambio, si confesamos nuestros pecados, Dios es fiel y justo para perdonarnos y purificarnos de toda maldad. Negar nuestro pecado es contradecir a Dios mismo, demostrando nuestra ignorancia de su naturaleza santa.

Preguntas frecuentes sobre 1 Juan 1: La Palabra de Vida

¿Quién fue testigo de la Palabra de Vida?

  • Los autores del libro, quienes escucharon, vieron y tocaron a Jesús (versículo 1).

¿Cómo se manifestó la Palabra de Vida?

  • Como la Vida eterna de Dios (versículo 2).

¿Cuál es el propósito de compartir este testimonio?

  • Para que los lectores experimenten la comunión con Dios y Jesús, y para aumentar su alegría (versículo 4).
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¿Qué significa que Dios es luz?

  • Que no hay oscuridad ni maldad en Él (versículo 5).

¿Qué sucede si afirmamos estar en comunión con Dios pero caminamos en la oscuridad?

  • Estamos mintiendo y no viviendo de acuerdo con lo que afirmamos (versículo 6).

¿Qué efecto tiene la sangre de Jesús en nuestro pecado?

  • Nos limpia de todo pecado si vivimos en la luz (versículo 7).

¿Por qué es importante admitir nuestros pecados?

  • Porque nos permite recibir el perdón y la purificación de Dios (versículo 9).

¿Qué sucede si afirmamos no tener pecado?

  • Contradecimos a Dios y demostramos nuestra ignorancia sobre Él (versículo 10).

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