La Oración y sus Misterios
La Enseñanza de Jesús sobre la Oración
En el Evangelio de Lucas, Jesús enseña a sus discípulos la importancia de la oración. Les indica que deben dirigirse a Dios como "Padre nuestro en el cielo" y pedirle que su nombre sea santificado, que su reino venga y que su voluntad se haga tanto en la tierra como en el cielo. También les enseña a pedir a Dios por el sustento diario, el perdón de los pecados y la protección contra las tentaciones.
El Poder de la Persistencia
Jesús enfatiza el poder de la persistencia en la oración. Narra una parábola de un hombre que va a la casa de un amigo a medianoche para pedirle pan, aunque el amigo inicialmente se niega debido a la hora tardía. Sin embargo, debido a la persistencia del hombre, su amigo finalmente le da lo que necesita. Jesús dice que si incluso un amigo humano responderá a la persistencia, cuánto más responderá nuestro Padre celestial, quien es infinitamente más misericordioso y generoso.
Una Casa Dividida no puede Mantenerse
Jesús advierte sobre el peligro de estar dividido en la fe. Señala que un reino o una casa dividida en sí misma está destinada a caer. Si las personas afirman que Jesús expulsa demonios por el poder de Beelzebul, el príncipe de los demonios, entonces deben explicar cómo sus propios seguidores también pueden expulsar demonios. Jesús afirma que si expulsa demonios por el poder de Dios, entonces el reino de Dios ha llegado.
El Regreso del Espíritu Inmundo
Jesús también habla sobre el peligro de volver a caer en el pecado después de haber sido limpiado. Un espíritu inmundo que había sido expulsado de un hombre puede regresar con siete espíritus más malvados que él, dejando al hombre en un estado peor que antes. De manera similar, aquellos que han sido perdonados de sus pecados pueden volver a caer en el pecado si no permanecen vigilantes y buscan la ayuda de Dios continuamente.
La Verdadera Felicidad
Jesús enseña que la verdadera felicidad no proviene de las posesiones materiales o las alabanzas humanas, sino de escuchar y obedecer la palabra de Dios. Una mujer de la multitud exclama: "Bienaventurado el vientre que te dio a luz y los senos que te amamantaron", pero Jesús responde que más bienaventurados son aquellos que escuchan y guardan la palabra de Dios.
PREGUNTAS FRECUENTES
¿Qué nos enseña Jesús sobre la oración en Lucas 11:1-4?
Jesús enseña a sus discípulos a orar al Padre celestial, pidiendo su santificación, la venida de su reino, el cumplimiento de su voluntad, el sustento diario, el perdón de los pecados y la protección contra la tentación y el mal.
¿Cómo se aplica la parábola del amigo que pide pan (Lucas 11:5-8) a la oración?
La parábola enseña que debemos orar con persistencia y confianza, incluso cuando las respuestas no sean inmediatas. Dios, como el amigo compasivo, responderá a nuestras oraciones en su momento y a su manera.
¿Por qué Jesús advierte contra una casa dividida (Lucas 11:17-18)?
Jesús usa la metáfora de una casa dividida para ilustrar que el reino de Satanás está condenado al fracaso porque está dividido internamente. También implica que aquellos que se oponen a Jesús están trabajando en contra del reino de Dios.
¿Qué enseña Jesús sobre la verdadera bendición (Lucas 11:27-28)?
Jesús afirma que la verdadera bendición no proviene de la maternidad física, sino de escuchar y obedecer la palabra de Dios. Aquellos que hacen esto son verdaderamente bendecidos.
¿Por qué Jesús se negó a dar una señal a la generación malvada (Lucas 11:29-32)?
Jesús se negó a dar una señal porque esta generación era incrédula y buscaba una excusa para no creer. La señal de Jonás (resucitar después de tres días) ya era suficiente prueba, y la reina del Sur y los hombres de Nínive servirían como testigos contra ellos en el juicio.