La Oración: Un Aliento Vital para la Vida Cristiana
La Oración como Medio de Gracia
La oración es un medio de gracia diseñado por Dios para fortalecer nuestra fe, guardarnos para la vida eterna y acercarnos a Él. En Judas 20-21, leemos: "Edificándoos en vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo, conservaos en el amor de Dios". Aquí, la oración se presenta como un elemento crucial para mantenernos en el amor de Dios y perseverar en la fe. Aunque Dios es el guardián decisivo de nuestras almas, la oración es el medio que Él usa para sostener nuestra vida espiritual.
El Aliento de Vida de la Oración
La oración es el aliento de la vida cristiana. Al igual que necesitamos respirar para mantenernos físicamente vivos, necesitamos orar para mantenernos espiritualmente vivos. Jesús destacó la importancia de la oración cuando dijo en Lucas 21:36: "Mas velad en todo tiempo, orando para que tengáis fuerza para escapar de todas estas cosas que están por suceder, y podáis estar en pie delante del Hijo del Hombre". La oración nos fortalece para enfrentar las pruebas, permanecer firmes en nuestra fe y estar preparados para encontrarnos con Dios.
Orando en el Espíritu Santo
Cuando oramos en el Espíritu Santo, permitimos que el Espíritu Santo nos guíe en nuestras oraciones. Esto no significa que tengamos que hablar en lenguas, sino que nos sometemos a su influencia, confiando en que Él fortalecerá nuestras oraciones y las hará de acuerdo con la voluntad de Dios. Orar en el Espíritu Santo implica depender de la sabiduría y el poder del Espíritu para ayudarnos a expresar nuestras necesidades y peticiones.