La oración que Dios ama responder: "Muéstrame tu gloria"
La súplica de Moisés
Moisés, el líder del pueblo de Israel, anhelaba conocer más a Dios. Antes de guiarlos a la Tierra Prometida, pidió: "Por favor, muéstrame tu gloria" (Éxodo 33:18). Dios respondió revelando su bondad, gracia y misericordia. "Haré pasar ante ti toda mi bondad, y proclamaré el nombre de Jehová delante de ti; y tendré misericordia del que tendré misericordia, y seré clemente para con el que seré clemente" (Éxodo 33:19).
El error de Felipe
Siglos después, Felipe, uno de los doce discípulos, hizo una petición similar: "Señor, muéstranos al Padre, y nos basta" (Juan 14:8). Jesús respondió: "¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y aún no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos al Padre?" (Juan 14:9).
Mientras que Dios respondió favorablemente a la petición de Moisés, la de Felipe encontró una suave reprimenda. Felipe había estado en presencia de la gloria de Dios encarnada en Jesús mismo, pero aún anhelaba ver al Padre. Jesús señaló que su búsqueda había terminado, pues Él había revelado al Padre a la humanidad.
La gloria de Dios en Jesús
Dios le había dicho a Moisés: "No podrás ver mi rostro" (Éxodo 33:20). Pero ahora, en la persona de Jesús, la gloria de Dios se manifestaba plenamente. Como Juan escribió: "Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad" (Juan 1:14).
Jesús es "la imagen visible del Dios invisible" (Colosenses 1:15). Cuando miramos el rostro de Jesús, vemos la gloria de Dios. "Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia" (Juan 1:16).
Donde encontrar la gloria de Dios
Dios ama responder la oración "Muéstrame tu gloria", y nos ha proporcionado un camino claro. Cuando pedimos ver su gloria, Él nos dirige a Jesús. En Él, la plenitud de la divinidad habita corporalmente (Colosenses 2:9).
Mirar a Jesús no significa que debamos abandonar las otras formas en que Dios revela su gloria, como a través de sus atributos, su providencia y nuestras relaciones. Sin embargo, la respuesta más completa a nuestra súplica se encuentra en el rostro de Jesucristo.
¿Por qué Dios ama responder la oración "Muéstrame tu gloria"?
Dios ama responder esta oración porque muestra el anhelo del corazón humano por conocerlo y experimentar su presencia. Cuando pedimos ver la gloria de Dios, reconocemos nuestra necesidad de Él y nuestra dependencia de Su gracia.
¿Cómo respondió Dios a la petición de Moisés de ver su gloria?
Dios reveló su gloria a Moisés mostrándole Su bondad, misericordia y gracia. También proclamó que era un Dios lento para la ira y abundante en amor y fidelidad.
¿Por qué Jesús respondió de manera diferente a la petición de Felipe de ver al Padre?
Jesús señaló que Felipe ya había visto la gloria de Dios al estar en Su presencia. Como el Hijo de Dios, Jesús encarnaba plenamente la gloria y el carácter del Padre.
¿Cómo podemos ver la gloria de Dios hoy?
La respuesta más plena a nuestra petición de ver la gloria de Dios es contemplar a Jesucristo. En Él habita toda la plenitud de la deidad corporalmente (Colosenses 2:9).