¡La Oración: El Poder Transformador para una Iglesia Vibrante!
El Llamamiento a la Oración Concertada
A medida que iniciamos la Semana de la Oración, nos unimos como iglesia para declarar que nuestra existencia no es meramente social o superficial, sino que estamos llamados a realizar aquello que es humanamente imposible sin la gracia sobrenatural de Dios. Esta semana de oración proclama que la Iglesia de Belén existe principalmente para lograr lo que trasciende las capacidades humanas.
La Necesidad de la Gracia Especial de Dios
La mayoría de nuestras actividades pueden realizarse con la gracia común, la providencia general de Dios. Sin embargo, no existimos para predicar, enseñar o cantar únicamente, sino para hacerlo en el poder del Espíritu Santo, transformando vidas más allá de lo que cualquier humano podría lograr.
El Propósito de la Oración
Dios ha diseñado la oración como un medio para actuar en respuesta a nuestras peticiones. Cuando oramos, nos humillamos, agradecemos y pedimos bendiciones sobrenaturales para nuestras vidas, familias, iglesia y el mundo.
La Promesa de Paz y Protección
La oración fiel nos protege de la ansiedad y nos otorga la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento. Al orar de acuerdo con la voluntad de Dios, confiando en sus promesas y su sabiduría, experimentaremos liberación de las preocupaciones y protección en nuestras mentes y corazones.
Una Visión de la Oración en Belén
Aspiramos a una iglesia donde:
- Los miembros se dediquen a la oración personal diaria.
- Las parejas oren juntas por su matrimonio y su familia.
- Los padres guíen a sus hijos en la práctica de la oración.
- Los pequeños grupos y las amistades se unan en oración intercesora.
- Las reuniones y los eventos se inicien y concluyan con oraciones fervientes.
- Los servicios de adoración sean encuentros profundos con Dios a través de la oración.
- La oración sea un elemento constante en la vida de nuestra comunidad, transformándonos y acercándonos a Dios.
Al abrazar la oración como nuestra forma de vida, proclamamos nuestra dependencia de la gracia especial de Dios. Declaramos que nuestra existencia tiene un propósito más allá de nosotros mismos y que estamos llamados a hacer lo que es imposible sin la intervención sobrenatural. Que la Semana de la Oración sirva como un recordatorio constante de nuestro llamado a orar sin cesar, confiando en que Dios escuchará nuestras súplicas y nos guiará en nuestro viaje de fe.
¿Por qué tenemos una semana de oración concertada al comienzo de cada año?
Porque como iglesia declaramos que existimos para hacer cosas que no podemos lograr sin la gracia especial y sobrenatural de Dios.
¿Cuál es el propósito de la oración?
Dios ha diseñado y prometido que actuará en nuestro favor cuando oramos.
¿Qué efecto tiene la oración fiel?
Protege nuestros corazones y mentes de la ansiedad y nos llena con la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento.
¿Cómo debemos orar?
Con devoción, con peticiones específicas de ayuda y con un corazón agradecido por todo lo que Dios nos concede.
¿Cuál es el sueño para la vida de oración de la iglesia?
Que los miembros de la iglesia se comprometan con la oración personal diaria, la oración en pareja, la oración familiar, la oración en grupos pequeños, la oración en las reuniones de la iglesia y la oración en los servicios de adoración.