La Oración de Jesús por Sus Discípulos: Una Petición de Unidad y Protección
El Deseo de Jesús por la Unidad
En los momentos finales de su ministerio terrenal, Jesús dirigió una ferviente oración al Padre, expresando su profundo anhelo por la unidad entre sus discípulos. Reconoció que la verdadera fe se manifestaba en la armonía y el amor entre los seguidores de Dios. Jesús rogó que sus discípulos fueran "uno, así como tú y yo somos uno" (Juan 17:22).
Esta unidad no se basaría en reglas o acuerdos humanos, sino en la verdad de Dios. Jesús declaró: "Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad" (Juan 17:17). Al abrazar la Palabra de Dios y vivir en ella, los discípulos experimentarían la unidad que Jesús deseaba.
Protección Contra el Mal
Además de la unidad, Jesús también oró por la protección de sus discípulos contra las fuerzas del mal. Reconoció que el mundo era un lugar hostil para sus seguidores, pero no pidió que fueran sacados de él. En cambio, solicitó "que los guardes del mal" (Juan 17:15).
La protección que Jesús buscaba no era física, sino espiritual. Sabía que el verdadero enemigo era Satanás, quien tentaba a los creyentes a desviarse del camino de la verdad. Jesús oró para que sus discípulos fueran fortalecidos en su fe y protegidos de los engaños del maligno.
La Gloria del Cielo
Jesús también expresó en su oración el deseo de que sus discípulos compartieran la gloria que él había recibido del Padre. Declaró: "Padre, quiero que los que me has dado, estén también conmigo donde yo estoy, para que vean mi gloria que me has dado" (Juan 17:24).
Esta gloria no era un mero espectáculo celestial, sino la plenitud de la presencia y el amor de Dios. Jesús anhelaba que sus discípulos experimentaran la misma alegría y satisfacción que él había encontrado en su relación con el Padre.
El Testimonio al Mundo
La oración de Jesús por sus discípulos no solo tenía como objetivo su bienestar personal, sino también su testimonio al mundo. Reconoció que la unidad y la santidad de sus seguidores demostrarían la veracidad de su mensaje. "Para que el mundo crea que tú me enviaste" (Juan 17:21), oró.
Al vivir en armonía y protegidos del mal, los discípulos de Jesús darían un testimonio poderoso del amor y el poder de Dios. Su unidad sería una prueba viviente de que Jesús había venido del Padre y que su mensaje era verdadero.
¿Por qué oró Jesús por sus discípulos?
- Jesús oró para que sus discípulos conocieran al Dios verdadero y tuvieran vida eterna (v. 3).
- Oró para que fueran protegidos del mundo y no se perdieran (v. 11-12).
- Oró para que fueran santificados por la verdad de Dios (v. 17).
¿Qué pidió Jesús para sus discípulos?
- Pidió que fueran uno, como Él y el Padre son uno (v. 21-23).
- Pidió que compartieran la gloria que Él tenía (v. 22).
- Pidió que estuvieran con Él en el cielo (v. 24).
¿Qué hizo Jesús por sus discípulos?
- Reveló al Padre a sus discípulos (v. 6).
- Les transmitió el mensaje del Padre (v. 8).
- Se dio a sí mismo como un sacrificio santo para santificarlos (v. 19).
- Les dio la gloria que el Padre le había dado (v. 22).
¿Qué se espera de los discípulos de Jesús?
- Que conozcan al Padre y a Jesús Cristo (v. 3).
- Que guarden la palabra de Dios (v. 6).
- Que sean santos (v. 17-19).
- Que sean uno, como Jesús y el Padre son uno (v. 21-23).
- Que den testimonio de Jesús ante el mundo (v. 20-21).
