¡La importancia del ayuno en la lucha por los más pequeños!
Un llamado a la oración y el ayuno por la seguridad de los bebés
A la luz de los recientes ataques a la santidad de la vida, es crucial que la Iglesia considere el ayuno como un arma poderosa en la batalla por la seguridad de los más pequeños. En el libro de Esdras, encontramos un relato inspirador de cómo el ayuno fue instrumental para proteger al pueblo de Dios durante su viaje de regreso a Jerusalén.
El ejemplo de Esdras
Cuando Esdras y su compañía se preparaban para regresar de Babilonia, se enfrentaron a un largo y peligroso viaje. Rechazaron la protección de un ejército real, confiando en cambio en la protección de Dios. Para fortalecer su fe, Esdras proclamó un ayuno en las orillas del río Ahava.
El ayuno fue una expresión de humildad, reconociendo su total dependencia de Dios. También demostró su seriedad al buscar la guía y protección divinas. Esdras oró: "Hemos dicho al rey que la mano de nuestro Dios está sobre todos los que le buscan, pero su poder y su ira están contra todos los que le abandonan" (Esdras 8:22).
El poder del ayuno
El ayuno de Esdras y su pueblo agradó a Dios, y Él respondió a sus súplicas. "Dios escuchó nuestra oración" (Esdras 8:23). Protegió a Esdras y a su compañía durante todo su viaje, permitiéndoles llegar a Jerusalén sanos y salvos.
El llamado para nosotros hoy
El relato de Esdras nos enseña que el ayuno es una práctica poderosa que puede mover la mano de Dios. En la actual batalla por la vida, debemos considerar seriamente el ayuno como un medio para buscar la intervención divina. El ayuno puede ayudarnos a:
- Humillarnos ante Dios: Reconocer nuestra dependencia absoluta de Él para lograr una victoria.
- Buscar a Dios con seriedad: Entregar este tema a Dios con una urgencia y una determinación inquebrantables.
- Ablandar los corazones: Pedirle a Dios que abra los ojos y los corazones ofuscados a la verdad sobre el valor de la vida humana.
- Derrotar la oscuridad: Buscar la intervención de Dios para disipar la oscuridad que rodea este tema.
La lucha por la seguridad de los más pequeños es una batalla espiritual que requiere más que argumentos racionales. Necesitamos el poder de Dios para transformar corazones y mentes. Sigamos el ejemplo de Esdras y proclamemos un ayuno por la seguridad de los más pequeños. Que nuestras oraciones y nuestro ayuno muevan la mano de Dios y nos permitan ver la victoria en esta batalla crucial.
Preguntas frecuentes
¿Por qué ayunar por la seguridad de los más pequeños?
El ayuno es una expresión de humildad y dependencia de Dios, reconociendo que necesitamos su protección y guía en la lucha por la santidad de la vida. Al ayunar por la seguridad de los más pequeños (los no nacidos), mostramos que confiamos en el poder de Dios para cambiar los corazones y las mentes, incluso en medio de la oscuridad espiritual.
¿Cómo puedo ayunar por la seguridad de los no nacidos?
El ayuno puede adoptar muchas formas, pero generalmente implica abstenerse de alimentos o bebidas durante un período de tiempo. Puede ayunar durante un día, una comida o incluso un período más prolongado. Lo que es importante es la actitud de humildad y dependencia de Dios.
¿Qué resultados puedo esperar al ayunar por los no nacidos?
El ayuno es un acto de fe. No podemos garantizar los resultados específicos, pero podemos confiar en que Dios escuchará nuestras oraciones y actuará según su voluntad y propósito. El ayuno puede ayudar a romper la oscuridad espiritual, despertar las conciencias y llevar a un mayor respeto por la santidad de la vida.
¿Debo pedirle al rey protección militar?
No. Ezra se negó a pedir una escolta militar al rey, confiando en cambio en la protección de Dios. Del mismo modo, debemos confiar en Dios y buscar su ayuda en lugar de depender de medios humanos.
¿Por qué el ayuno es importante en la lucha por la santidad de la vida?
El ayuno es una expresión de nuestra seriedad y compromiso con esta causa. Demuestra que estamos dispuestos a sacrificar nuestra comodidad por el bien de los no nacidos. También nos recuerda nuestra dependencia de Dios y nos ayuda a enfocarnos en su poder y gracia.