¿La fe invalida la ley?
La fe no anula la ley, sino que la establece
En Romanos 3, el apóstol Pablo aborda la relación entre la fe y la ley. Algunos creyentes judíos creían que la ley mosaica aún era necesaria para la salvación. Pablo argumenta que la fe en Jesucristo es el único camino a la salvación y que la ley no puede salvar.
Sin embargo, Pablo también enfatiza que la fe no anula la ley. Más bien, la establece. La ley revela el pecado y nuestra necesidad de un Salvador. Cuando creemos en Jesús, no estamos anulando la ley, sino que estamos reconociendo nuestra culpabilidad ante ella y aceptando la gracia y el perdón de Dios.
La fe trae justicia
La ley no puede justificarnos ante Dios porque todos hemos pecado y nos hemos quedado cortos de la gloria de Dios (Romanos 3:23). La justificación viene únicamente por la fe en Jesucristo. Cuando creemos en Jesús, su muerte y resurrección se nos atribuyen, y Dios nos declara justos ante sus ojos.
Esta justicia no se basa en nuestras propias obras, sino en la obra terminada de Cristo. Hemos sido justificados gratuitamente por su gracia (Romanos 3:24).
La fe justifica a judíos y gentiles
Dios es el Dios de todos, tanto judíos como gentiles (Romanos 3:29). Él justifica a todos los que creen, independientemente de su origen étnico. La circuncisión o la incircuncisión no son factores para la salvación. Todos los que creen en Jesús están justificados por la fe.
La fe en Jesucristo es el único camino a la salvación. La ley no puede salvarnos, pero sí revela nuestro pecado y nuestra necesidad de un Salvador. Cuando creemos en Jesús, no estamos anulando la ley, sino que la estamos estableciendo. La fe nos justifica ante Dios y nos da una nueva vida en él.
Preguntas Frecuentes sobre la Justicia por la Fe
¿Qué ventaja tiene entonces el judío, o cuál es el beneficio de la circuncisión?
R: Mucho, en todos los sentidos. Principalmente porque a ellos se les confiaron los oráculos de Dios.
¿Qué pasa si algunos no creyeron? ¿Su incredulidad anulará la fidelidad de Dios?
R: ¡Por supuesto que no! De hecho, que Dios sea verdadero y todo hombre mentiroso.
¿Si nuestra injusticia demuestra la justicia de Dios, qué diremos? ¿Es injusto Dios al infligir ira?
R: ¡Por supuesto que no! Porque entonces, ¿cómo juzgará Dios al mundo?
¿Qué entonces? ¿Somos mejores que ellos?
R: Para nada. Porque previamente hemos acusado tanto a judíos como a griegos de que todos están bajo pecado.
¿Anulamos entonces la ley por medio de la fe?
R: ¡Por supuesto que no! Al contrario, establecemos la ley.