La Duda de Tomás y el Verdadero Significado de Ver
El Incrédulo Tomás
Según la Biblia, Tomás era uno de los discípulos de Jesús que se negó a creer en su resurrección hasta verla con sus propios ojos. Su declaración de incredulidad le valió el apodo de "Tomás el Incrédulo".
Las Razones de su Duda
¿Por qué Tomás dudó? Las Escrituras sugieren que la brutal crucifixión de Jesús lo dejó horrorizado. El relato de Tomás sobre las marcas de los clavos indica que había sido testigo del sufrimiento físico extremo de su maestro. Es comprensible que le resultara difícil imaginar que un cuerpo tan destrozado pudiera resucitar.
La Bendición de la Fe
Aunque los amigos de Tomás le contaron sobre los encuentros con Jesús resucitado, él se mantuvo escéptico. Sin embargo, Jesús finalmente apareció ante Tomás, invitándolo a tocar sus heridas. La respuesta de Tomás fue una hermosa confesión de fe: "¡Mi Señor y mi Dios!".
Jesús entonces pronunció palabras significativas: "¿Has creído porque me has visto? Bienaventurados los que no han visto y sin embargo han creído". Aunque Tomás tuvo el privilegio de ver a Jesús con sus ojos físicos, Jesús enfatizó que la verdadera fe se basa en algo más que pruebas visibles.
La Verdadera Visión
La fe no es ciega, sino que ve una realidad más allá de lo que los ojos pueden percibir. Se basa en la Palabra de Dios, que ilumina nuestro camino y nos revela la verdad. Incluso sin ver a Jesús físicamente, podemos experimentar la alegría y la bendición de creer en él.
Superar la Incredulidad
Si encontramos nuestra fe vacilante, no debemos declarar como Tomás: "A menos que vea, nunca creeré". Más bien, debemos decir como el padre del niño endemoniado: "Creo; ayuda mi incredulidad".
La verdadera visión proviene de la fe, no de la vista física. Es la fe la que nos lleva a la vida eterna. Sigamos el ejemplo de Tomás, arrepintiéndonos de nuestra incredulidad y confiando plenamente en las verdades de Dios.
¿Por qué dudó Tomás de la resurrección de Jesús?
Tomás dudó porque había sido testigo de la terrible muerte de Jesús y le resultaba difícil imaginar que un hombre mutilado pudiera resucitar.
¿Por qué no se apresuró Jesús a aliviar las dudas de Tomás?
Jesús quería que Tomás enfrentara sus dudas y se arrepintiera. También quería enseñarles a todos la importancia de confiar en la fe más que en la vista física.
¿Qué dijo Jesús cuando finalmente se apareció a Tomás?
Jesús le dijo a Tomás: "Pon tu dedo aquí, y ve mis manos; y extiende tu mano, y colócala en mi costado. No seas incrédulo, sino creyente".
¿Por qué fue más bendita la fe de quienes no habían visto a Jesús que la visión de Tomás?
Porque la fe implica confiar en Dios a pesar de no tener pruebas físicas, lo cual resulta en un gozo y salvación más profundos que la mera visión física.
¿Cómo podemos evitar el tipo de duda que tuvo Tomás?
Podemos orar por ayuda para nuestra incredulidad, confiar en la revelación de Dios en las Escrituras y buscar la guía del Espíritu Santo.