La Bondad y el Poder Incomparables de Dios
La Exaltación de la Grandeza Divina
El salmo 145 es un himno de alabanza que exalta la grandeza y el poder de Dios. El salmista declara su intención de bendecir y exaltar al Señor cada día, reconociendo que su grandeza es incomprensible. Inspira a las generaciones venideras a continuar alabando sus obras y proclamando sus actos poderosos.
La Majestuosidad y la Misericordia de Dios
El salmista se maravilla ante la gloriosa majestuosidad de Dios y medita en sus obras maravillosas. Los testigos de su poder relatan sus hazañas impresionantes, mientras que otros cantan sobre su bondad y justicia. El Señor es misericordioso y lleno de compasión, lento para la ira y abundante en gracia. Su bondad se extiende a todos sus actos, y sus tiernas misericordias cubren a todas sus criaturas.
El Reino Eterno y la Provisión de Dios
Todas las obras de Dios lo alaban y sus santos lo bendicen. Proclaman la gloria de su reino y su inmenso poder, dando a conocer sus acciones poderosas y la majestuosa grandeza de su soberanía. El reino del Señor es eterno, y su dominio se extiende por todas las generaciones. Él sostiene a los que tropiezan y levanta a los abatidos. Todos los ojos esperan ansiosos su sustento, y él lo provee a su debido tiempo. Satisface los deseos de cada ser vivo, demostrando su justicia en todos sus caminos y su gracia en todas sus obras.
La Proximidad y la Protección de Dios
El Señor está cerca de todos los que lo invocan, aquellos que lo buscan con sinceridad. Cumple los anhelos de quienes lo temen, escucha sus súplicas y los rescata. Protege a los que lo aman y destruye a los malvados. El salmista concluye el himno declarando que la boca de todos proclamará la alabanza del Señor, y toda carne bendecirá su santo nombre por siempre.
Preguntas frecuentes
¿Por qué debemos alabar al Señor?
- Porque Él es grande y digno de nuestra alabanza (v. 3)
- Porque Sus obras son gloriosas y dignas de ser recordadas (v. 4-6)
- Porque Él es misericordioso y compasivo (v. 8)
- Porque Él es bueno para todos y Sus misericordias se extienden sobre todas Sus obras (v. 9)
¿Cómo debemos alabar al Señor?
- Alabándolo diariamente (v. 2)
- Meditando en Su majestad y obras (v. 5)
- Hablando de Sus poderosos actos (v. 6)
- Cantando de Su bondad y justicia (v. 7)
- Hablando de la gloria de Su reino (v. 11)
- Dando testimonio de Sus obras poderosas y Su reino glorioso (v. 12)
¿Qué beneficios trae alabar al Señor?
- Trae alegría y gratitud (v. 2)
- Fortalece nuestra fe (v. 3-6)
- Nos ayuda a recordar la fidelidad de Dios (v. 7)
- Nos acerca a Dios (v. 18)
- Trae protección y salvación (v. 19-20)