La belleza es preciosa porque anhelamos la belleza
¿Qué es la belleza de Dios?
Supongamos que Dios es el Creador personal de todas las cosas, entonces la belleza debe definirse en relación con Él. Antes de la creación, solo existía Dios y era perfecto y eterno. Por lo tanto, si la belleza que contemplamos en la tierra tiene su raíz y origen en Dios, debe haber habido belleza en Dios desde toda la eternidad.
¿Cuál es, pues, la belleza de Dios? En un sentido, es una pregunta difícil, y en otro, es muy fácil. Es difícil porque no hay un patrón de belleza que digamos que Dios es así y por lo tanto es bello. Dios mismo es el patrón original absoluto de toda otra belleza. Por lo tanto, la respuesta es simple: la belleza es lo que Dios es.
¿Por qué anhelamos la belleza?
Creo profundamente que en cada corazón humano hay un anhelo de belleza. ¿Por qué vamos a parques, visitamos museos o decoramos nuestros hogares? ¿Por qué el hombre decoró las paredes de las cuevas con pinturas? ¿Por qué en cada tribu humana siempre ha habido alguna forma de arte y artesanía que va más allá de la mera utilidad? ¿No es porque anhelamos contemplar y ser parte de la belleza?
Anhelamos que nos conmueva algún destello raro de grandeza. Añoramos una visión de gloria. La poesía que perdura de generación en generación generalmente lo hace porque expresa nuestros deseos más profundos. Y más que nada en la poesía, "'Es la belleza la que llama y la gloria muestra el camino'" (Nathaniel Lee).
Hay en el corazón humano un anhelo insaciable de belleza. Y estoy convencido de que la razón por la que está allí es porque Dios es el Último Hermoso y nos hizo para que lo anheláramos. Incluso el deseo más pervertido de belleza (como el deseo de ver la excelencia de la fuerza, la velocidad y la habilidad cuando los gladiadores se matan entre sí) es un remanente distorsionado de un buen anhelo que Dios puso dentro de nosotros para atraernos hacia Él.
Preguntas Frecuentes
¿Por qué es importante la belleza?
Según el texto, la belleza está arraigada en la naturaleza de Dios y es un reflejo de Su gloria. Anhelamos belleza porque nos recuerda nuestra conexión con nuestro Creador.
¿Cómo se define la belleza de Dios?
La belleza de Dios no se puede medir por ningún estándar humano, ya que Él es el patrón original de toda belleza. Su esencia está definida por Sus atributos armoniosos e infinitos, como la sabiduría, el poder, la justicia y el amor.
¿Cómo anhelamos la belleza?
El anhelo por la belleza es universal y se expresa en diversas formas, como apreciar la naturaleza, crear arte o buscar la excelencia. Este anhelo es un remanente de nuestra imagen divina y nos atrae hacia Dios.
¿Cómo podemos experimentar la belleza de Dios?
La verdadera belleza solo se puede experimentar cuando nos volvemos a Jesucristo y recibimos el Espíritu Santo. Él remueve el velo de nuestros corazones y nos permite ver la gloria de Dios en el evangelio.
¿Qué resultado tiene experimentar la belleza de Dios?
Contemplar la belleza de Dios nos transforma gradualmente a Su imagen. Cuanto más lo veamos, más claramente lo veremos y mayor será nuestra capacidad de deleitarnos en Su gloria.