¿Justificados? El veredicto de Dios
La justificación: perdón total y eterno
¡Buenas noticias! Ser justificado ante Dios significa que todos tus pecados, pasados, presentes y futuros, son perdonados. Este perdón es completo y abarca todas tus faltas, liberándote de la culpa y la condena.
Reconocemos la justicia de Dios
La justificación no se basa en tus obras o méritos, sino en la obra de Jesucristo. A través de su muerte, demostró la justicia de Dios, quien debe castigar el pecado. Sin embargo, en su amor, Dios ofreció a su Hijo como sacrificio para que puedas ser perdonado.
La justicia de Dios te cubre
Cuando eres justificado, la justicia de Dios se te atribuye como si fuera propia. Esto significa que Dios te ve como si nunca hubieras pecado. Te declara justo y te restaura una relación correcta con Él.
Un amor incondicional
La justificación es un testimonio del amor inquebrantable de Dios por ti. A pesar de tu pecaminosidad, Él te ama y te ofrece la salvación a través de Jesucristo. Esta es una gracia inmerecida, un regalo que no puedes ganar.
Seguridad eterna
Lo que es más asombroso es que la justificación es eterna. Una vez que has sido justificado por Dios, tu salvación está asegurada. Siendo justificado, estás más allá de cualquier acusación o condena. Dios te protegerá y te llevará a la gloria eterna.
Preguntas Frecuentes sobre la Justificación de Dios
¿Qué significa ser justificado?
Ser justificado significa ser declarado justo y recto ante Dios, a pesar de nuestra pecaminosidad, a través de la fe en Jesucristo.
¿Cómo se logra la justificación?
La justificación se logra únicamente por la gracia de Dios, como un regalo gratuito, a través de la fe en Jesucristo, quien murió como expiación por nuestros pecados.
¿Qué implica el perdón en la justificación?
El perdón en la justificación significa que Dios ha perdonado todos nuestros pecados, pasados, presentes y futuros, y que ya no nos considera culpables ni merecedores de castigo.
¿Qué es la imputación de justicia en la justificación?
La imputación de justicia es el acto por el cual Dios considera la justicia perfecta de Jesucristo como nuestra propia justicia, haciéndonos justos a sus ojos.
¿Cómo demuestra la muerte de Cristo la justicia de Dios?
La muerte de Cristo demuestra la justicia de Dios al castigar el pecado mientras perdona al pecador. Al morir como sustituto nuestro, Cristo satisfizo la ira de Dios y vindicó su santidad.
¿Cómo asegura la justificación nuestra salvación?
La justificación asegura nuestra salvación porque nos reconcilia con Dios, nos libera del poder del pecado y nos da la esperanza de la vida eterna. Aquellos que son justificados están destinados a la gloria y no enfrentarán condenación.