Jerusalén: Una historia de infidelidad y redención
El origen humilde de Jerusalén
Jerusalén, una vez una ciudad próspera, nació de orígenes humildes. Sus habitantes eran descendientes de amorreos e hititas, pueblos antiguos del Medio Oriente. En su infancia, la ciudad era un lugar desolado, sin agua, ni cuidado, ni protección.
El poderoso Dios de Israel adopta a Jerusalén
Sin embargo, el destino de Jerusalén cambió radicalmente cuando Dios la escogió. Él la limpió, la vistió con esplendor y le prometió su protección y bendición. Jerusalén floreció bajo el cuidado de Dios, convirtiéndose en un centro de belleza y admiración.
La infidelidad de Jerusalén
Pero con el tiempo, Jerusalén traicionó la confianza de Dios. Confió en su propia belleza y riqueza, y se desvió de los caminos justos. Cometió adulterio espiritual con otras naciones, buscando alianzas y protección.
El castigo de Dios
La infidelidad de Jerusalén provocó la ira de Dios. Él se retiró su protección, permitiendo que sus enemigos la conquistaran y llevaran a su pueblo al exilio. Jerusalén fue despojada de su gloria y reducida a ruinas.
Recordando el pasado y mirando hacia el futuro
En medio del castigo, Dios recordó el pacto que había hecho con Jerusalén en su juventud. Prometió restaurarla y establecer un pacto eterno con ella. Jerusalén fue llamada a recordar su pasado y arrepentirse de sus pecados.
La esperanza de restauración
A pesar de su infidelidad, Jerusalén no estaba condenada. Dios ofreció redención y restauración. Prometió traer de vuelta a los cautivos, reconstruir la ciudad y devolverle su antigua gloria. Jerusalén sería una vez más un testimonio de la gracia y la misericordia de Dios.
Preguntas Frecuentes
¿Por qué Dios llamó a Jerusalén una "harlot"?
Respuesta: Porque Jerusalén se apartó de Dios y lo traicionó aliándose con naciones extranjeras y adorando ídolos paganos.
¿De qué manera Jerusalén "jugó a la ramera"?
Respuesta: Jerusalén estableció santuarios en las colinas y en cada calle, donde la gente practicaba la prostitución ritual y la idolatría.
¿Cómo castigó Dios a Jerusalén por su infidelidad?
Respuesta: Dios entregó a Jerusalén a sus enemigos, quienes destruyeron sus templos, la despojaron de sus riquezas y la exiliaron.
¿Qué prometió Dios a Jerusalén después de su castigo?
Respuesta: Dios prometió restaurar a Jerusalén a su gloria anterior y establecer un pacto eterno con ella.
¿Qué lección aprendió Jerusalén de su infidelidad?
Respuesta: Jerusalén aprendió que alejarse de Dios trae vergüenza y destrucción, mientras que regresar a Él trae restauración y bendición.