¡Imperfecciones bienvenidas! Cómo los restos de pecado inspiran la santidad

Aunque somos perdonados, aún podemos tener dificultades para lidiar con nuestras imperfecciones. ¿Cómo respondemos cuando vemos esos mismos pecados reflejados una y otra vez, incluso después de haberlos enfrentado y superado?

Imperfección, una constante en nuestro camino

Dios ha decidido que la imperfección sea nuestra compañera constante en el camino hacia la gloria. Pero no nos referimos al pecado impenitente, sino a los restos de pecado que quedan en nosotros, perdonados y menguando, pero aún presentes.

Ejemplo de Pablo: Imperfección consciente pero no paralizante

El apóstol Pablo era consciente de sus imperfecciones, pero no se paralizaba por ellas. Reconocía que seguía siendo un "trabajo en progreso" (Filipenses 3:12). Sin embargo, esto lo motivaba a perseguir la santidad con aún más fervor (Filipenses 3:13-14).

Tres mentalidades para la imperfección ambiciosa

  • Olvido disciplinado: Dejar atrás los pecados pasados y enfocarse en lo que Dios tiene reservado para nosotros.
  • Anhelo centrado: Saber que el premio de conocer a Cristo es más valioso que cualquier debilidad.
  • Seguridad ambiciosa: Comprender que Cristo nos ha hecho suyos, a pesar de nuestras imperfecciones.

Soportar nuestras imperfecciones es posible cuando reconocemos que Dios nos las compró con su sangre. Son oportunidades para recordar que todo lo que es impuro en nosotros un día se volverá más blanco que la nieve y más brillante que el sol. Por lo tanto, avancemos en santidad, dejando atrás lo pasado y confiando en el poder de Dios para hacernos completos, a pesar de nuestras limitaciones.

Preguntas frecuentes

¿Qué es la imperfección?

La imperfección en este contexto se refiere al pecado que permanece en los cristianos a pesar del perdón. Es un compañero constante e indeseado que corrompe nuestros pensamientos, decisiones y conversaciones.

Leer Más:  ¿Levantamos Nuestras Manos en Alabanza?

¿Por qué Dios permite que los cristianos permanezcan imperfectos?

Dios ha elegido que la imperfección sea nuestro compañero constante para que podamos crecer en santidad. Nuestras imperfecciones nos motivan a buscar más de Cristo y a luchar contra el pecado.

¿Cómo debemos responder a nuestras imperfecciones?

Debemos responder a nuestras imperfecciones olvidando el pasado, enfocándonos en el futuro y recordando que Cristo nos ha hecho suyos. Debemos esforzarnos por crecer en santidad, recordando el precio que Cristo pagó por nuestra redención.

¿Cuál es el premio por esforzarse por la santidad?

El premio por esforzarse por la santidad es conocer a Cristo más profundamente y disfrutar más de su presencia. Es una vida de alegría y satisfacción eterna.

¿Cómo podemos vencer nuestras imperfecciones?

Vencemos nuestras imperfecciones confiando en el poder del Espíritu Santo y recordando que Cristo nos ha hecho suyos. Debemos esforzarnos por vivir una vida santa, incluso en medio de nuestras imperfecciones.

Subir