¿He mantenido la fe?

El año como ensayo de la muerte

Para mí, el fin de año es como el fin de mi vida. Y las 11:59 p.m. del miércoles por la noche serán como el momento de mi muerte. Los 365 días de 1980 son como una vida en miniatura. Y estos últimos días son como las últimas horas en el hospital después de que el médico me haya dicho que el final está muy cerca.

En estas últimas horas, la vida de 1980 pasa ante mis ojos y me enfrento a la inevitable pregunta: ¿La viví bien? ¿Dirá Jesucristo, el justo juez: "Bien hecho, buen y fiel siervo"?

Me siento muy afortunado de que este sea el fin de mi año. Y rezo para que, al menos por esta mañana, el fin de año tenga el mismo significado para ustedes.

Reflexionar sobre nuestra mortalidad

Es una gran ventaja tener un ensayo de nuestra propia muerte. Es un gran beneficio ensayar una vez al año en preparación para la última escena de nuestra vida.

Es un gran beneficio porque la mañana del 1 de enero nos encontrará a la mayoría vivos, al borde de una vida completamente nueva, capaces de comenzar de nuevo.

Humildad y sumisión a Dios

Una de las sabias lecciones que aprendemos al reflexionar sobre nuestros días es la humildad y la sumisión a la soberanía de Dios. Como escribió Santiago, el arrogante se jacta de sus planes, olvidando que cada momento de la vida se debe a la voluntad libre y soberana de Dios.

Si huimos de esta verdad y tratamos de mantenerla fuera de nuestras mentes, nos volveremos arrogantes y presuntuosos. Olvidaremos que somos dueños de nuestros días y que debemos nuestra vida a Dios.

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Sin embargo, si enfrentamos esta verdad y, al menos una vez al año, imaginamos que nuestra muerte está cerca, nos humillaremos y nos sentiremos movidos a entregarnos más plenamente a Dios.

Mantener la fe

¿Qué significa mantener la fe? Este es el verdadero criterio de nuestro éxito en 1980. Y si descubrimos que no mantuvimos la fe en 1980, entonces podemos alegrarnos, como yo, de que esta muerte de fin de año sea (esperamos) solo un ensayo, y una vida entera de fe potencial nos espera en 1981.

La fe en Cristo

La fe que menciona Pablo no es fe en sí mismo ni en ningún hombre. Es fe en Jesucristo. Cuando Pablo dijo: "He guardado la fe", quiso decir: "He seguido creyendo en la palabra de Cristo, he seguido confiando en lo que dijo, he seguido confiando en su consejo, he seguido teniendo confianza en sus promesas".

El camino es difícil

Mantener la fe no siempre es fácil. Hay estrés, tensión e incomodidad involucrados. Jesús dijo: "La puerta es ancha y fácil el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan".

El camino que lleva a la vida es como una maratón en las montañas o quince asaltos con un campeón de peso pesado. Es difícil.

Sin embargo, ¿cómo conciliamos esto con lo que Jesús dice en Mateo 11:28-30, donde invita a los cansados y agobiados a encontrar descanso en él?

El requisito de Dios es intrínsecamente fácil, pero la condición del corazón humano lo dificulta. ¿Qué podría ser más fácil que la fe? ¿Qué podría ser más fácil que dejar de intentar llegar al cielo por nuestros propios medios y simplemente descansar en la gracia libre de Dios y el poder de Jesucristo?

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Resistir a los enemigos de la fe

La vida cristiana es una lucha. Si no sentimos ninguna lucha para confiar más en Cristo, significa que somos perfectos o que nos hemos rendido al enemigo.

¿Quiénes son los enemigos contra los que luchamos? Son dos principales: nuestra propia naturaleza orgullosa y Satanás.

Las dos grandes armas con las que contamos para resistir y atacar a los enemigos del viejo yo y del viejo Satanás son el Espíritu de Dios y la Palabra de Dios. El Espíritu siempre lucha junto con la Palabra, para hacer su poderosa obra.

Reevaluar el año pasado

¿Cómo nos fue en 1980? Si 1980 fuera toda nuestra vida, ¿podríamos decir con Pablo: "He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por tanto, me está guardada la corona de justicia"?

Recuerden esto: por la gracia de Dios, este día es solo un ensayo del fin. Su misericordia nos abre una nueva vida en 1981, y podemos entrar en ella y terminar como luchadores victoriosos si nos declaramos desde el corazón como alguien que ahora renuncia al poder de Satanás y a la confianza en sí mismo, y que confía en Jesucristo por toda su palabra.

¿Qué significa "mantener la fe"?

Mantener la fe es confiar continuamente en Cristo, tomar sus palabras en serio y confiar en sus promesas. Implica creer en su muerte para el perdón de los pecados, su resurrección para la esperanza eterna y su poder presente para trabajar en nuestras vidas.

¿Por qué es difícil mantener la fe?

Mantener la fe es difícil porque requiere humildad y rendición a la soberanía de Dios. También implica luchar contra nuestra propia naturaleza orgullosa, que intenta confiar en sí misma y buscar su propia gloria, en lugar de confiar en Cristo.

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¿Cuánto tiempo debemos mantener la fe?

Debemos mantener la fe hasta el final de nuestras vidas. Si nos rendimos o dejamos de confiar en Cristo antes de cruzar la línea de meta, no recibiremos la corona de justicia.

¿Quiénes son los enemigos de la fe?

Los principales enemigos de la fe son nuestra propia naturaleza orgullosa (nuestra "carne") y Satanás. Satanás intenta destruir nuestra confianza en Dios, mientras que nuestra carne nos tienta a confiar más en nosotros mismos y en las cosas que en Dios.

¿Cómo podemos resistir a los enemigos de la fe?

Podemos resistir a los enemigos de la fe usando las armas del Espíritu de Dios y la Palabra de Dios. El Espíritu Santo usa la Palabra para darnos poder contra los engaños de nuestro propio corazón y las artimañas del diablo.

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