¡Guía esencial para orar en tu lectura de la Biblia!

Oración 1: Abre mis ojos para contemplar maravillas

Comienza tu lectura con la oración de Salmo 119:18: "Abre mis ojos, para que contemple las maravillas de tu ley". Pide a Dios que ilumine tus ojos espirituales para que puedas ver las maravillas escondidas en su Palabra. Sin su ayuda, solo tienes ojos naturales que no pueden captar las verdades espirituales (1 Corintios 2:14).

Oración 2: Ten misericordia de mí

Como el mendigo ciego en Lucas 18:38, ora: "Jesús, Hijo de David, ¡ten misericordia de mí!" Reconoce que el pecado enturbia tu encuentro con Dios en su Palabra. Pide misericordia por tus fallas diarias y confía en su gracia salvadora (Lucas 18:13).

Oración 3: Hazme un hacedor de tu Palabra

Después de que Dios abra tus ojos y te recuerde su gracia, ora para que produzca cambios reales en tu vida. Pide que las semillas de las Escrituras produzcan frutos tangibles de amor sacrificial para con los demás (Santiago 1:22).

Oración 4: Abre mis ojos a Jesús

Finalmente, ora como en Lucas 24:45: "Abre mis ojos para que te vea". Jesús es la clave para entender las Escrituras (Lucas 24:27). Pide que el Espíritu Santo te muestre cómo cada pasaje se relaciona con su persona y obra (Juan 17:3).

Preguntas frecuentes

¿Qué papel juega el Espíritu Santo en la lectura de la Biblia?

El Espíritu Santo ilumina nuestras mentes, agita nuestros corazones y redirige nuestras vidas para la gloria de Cristo.

¿Por qué es importante orar antes de leer la Biblia?

La oración inicia una conversación con Dios, que habla primero a través de las Escrituras y luego nos escucha. La oración es una oportunidad para que Él abra nuestros ojos, nos recuerde Su gracia y nos ayude a aplicar Su Palabra a nuestras vidas.

¿Cuáles son cuatro versículos que podemos orar al leer la Biblia?

  • Salmo 119:18: "Abre mis ojos para que vea las maravillas de tu ley".
  • Lucas 18:38: "¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!".
  • Santiago 1:22: "Hazme un hacedor de tu palabra, no solo un oidor".
  • Lucas 24:45: "Abre mis ojos para que vea a Jesús".

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