¿Favorecer a unos sobre otros? ¡No es el camino de Dios!
¡Cuidado con la parcialidad!
En nuestra vida como cristianos, debemos ser muy cuidadosos de no dejarnos influenciar por las apariencias externas. Cuando alguien entra en nuestra iglesia vestido con ropas caras, no debemos tratarlo mejor que a alguien que viene con ropa andrajosas. Dios no hace distinción entre personas basadas en su estatus social o económico. Él ama a todos por igual.
Si favorecemos a los ricos y poderosos sobre los pobres y necesitados, estamos yendo en contra del corazón de Dios. Él ha elegido a los humildes y oprimidos de este mundo para ser sus hijos y herederos de su reino.
La importancia de las obras
Nuestra fe en Dios no debe ser solo palabras vacías. Debe manifestarse en nuestras acciones. Si decimos que amamos a Dios, pero no mostramos amor a los demás, nuestra fe es inútil.
Dios nos llama a vivir de acuerdo con Su ley, que incluye amar a los demás como a nosotros mismos. Si no estamos dispuestos a ayudar a quienes están en necesidad, ¿cómo podemos decir que somos seguidores de Cristo?
Fe y obras, inseparables
La fe y las obras van de la mano. No podemos tener una sin la otra. La verdadera fe produce buenas obras, y las buenas obras son evidencia de una fe genuina.
Cuando separamos la fe de las obras, terminamos con una fe muerta. Es como un cuerpo sin vida. La fe sin obras es inútil e incapaz de salvarnos.
Ejemplos de fe y obras
La Biblia nos da ejemplos de personas que demostraron su fe a través de sus obras. Abraham fue justificado por sus obras cuando ofreció a su hijo Isaac en sacrificio. Rahab, la prostituta de Jericó, fue justificada por sus obras cuando escondió y ayudó a los espías israelitas.
Estos ejemplos muestran que la fe y las obras son inseparables. Son dos caras de la misma moneda. Si queremos agradar a Dios, debemos vivir una vida de fe y obras.
¿Qué es la parcialidad?
La parcialidad es tratar a las personas de manera diferente según su apariencia, estatus social o cualquier otra distinción externa.
¿Cómo nos advierte Santiago contra la parcialidad?
Santiago advierte que la parcialidad es incompatible con la fe cristiana y que aquellos que muestran favoritismo están actuando como jueces injustos y violando la ley de Dios.
¿Cómo debemos tratar a todos los cristianos?
Debemos tratar a todos los cristianos con respeto e igualdad, independientemente de su apariencia o estatus social.
¿Qué es la regla real de las Escrituras?
La regla real de las Escrituras es la ley de Dios, que nos ordena amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos.
¿Cómo invalidamos la ley de Dios cuando mostramos favoritismo?
Cuando mostramos favoritismo, estamos violando la ley de Dios de amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. No podemos obedecer una parte de la ley de Dios mientras ignoramos otra.
¿Cómo podemos ser juzgados por la regla de Dios?
Seremos juzgados por la regla de Dios por nuestras acciones, no solo por nuestras creencias. Debemos hablar y actuar como personas que esperan ser juzgadas por esta ley.
¿Qué es la fe sin obras?
La fe sin obras es una fe vacía e inútil. La fe verdadera debe expresarse en acciones justas y misericordiosas.
¿Cómo podemos mostrar que tenemos fe?
Podemos mostrar que tenemos fe ayudando a los necesitados, siendo amables con los demás y obedeciendo la ley de Dios.
¿Por qué es importante que la fe y las obras vayan juntas?
La fe y las obras van juntas porque la fe expresa y capacita para las obras, mientras que las obras demuestran y verifican la fe.
¿Cómo fueron justificados Abraham y Rahab?
Abraham y Rahab fueron justificados no solo por su fe, sino también por sus obras. La fe de Abraham se expresó en su obediencia a Dios, y la fe de Rahab se expresó en sus acciones para ayudar al pueblo de Dios.