Extraños Encantadores: Según la Primera Epístola de Pedro

El Llamado a Ser Raros

Según la Primera Epístola de Pedro, los cristianos no solo somos "extraños encantadores" en sentido lingüístico, sino también en un sentido bíblico exacto. Esto tiene implicaciones cruciales en el contexto cultural actual.

Pedro se refiere a los cristianos como "peregrinos" (1 Pedro 1:1) y "extranjeros" (1 Pedro 2:11), enfatizando nuestra condición de forasteros en el mundo. El nuevo nacimiento nos ha dado nuevos deseos (1 Pedro 1:14; 2:2) que no coinciden con "las costumbres de los gentiles" (1 Pedro 4:3).

Esto genera una ruptura con quienes nos rodean, quienes se sorprenden de que no nos unamos a ellos en sus "desenfrenados excesos" (1 Pedro 4:3). Esta ruptura provoca que nos vean como extraños (1 Pedro 4:4).

Abrazar la Rareza

La reacción a nuestra nueva rareza es tan fuerte que nos calumnian (1 Pedro 4:4). La palabra "calumnian" implica insultos severos y falta de respeto. El término "raro" sería uno de los resultados más leves de nuestra nueva forma de vida.

Pedro nos llama a abrazar nuestra rareza, a vivir "no para las pasiones humanas, sino para la voluntad de Dios" (1 Pedro 4:2). En otras palabras, debemos decidir marchar fuera de paso con una cultura impulsada por las pasiones humanas y en armonía con la voluntad de Dios.

Raros Encantadores

Pero Pedro también nos llama a ser tan diligentes en las buenas obras que quienes nos calumnian sean silenciados, avergonzados e incluso convertidos (1 Pedro 2:15; 3:16; 2:12). Esto significa que debemos llenar nuestras vidas de buenas obras, incluso para con aquellos que nos maltratan (1 Pedro 3:9).

Pedro enfatiza que el celo por las buenas obras no es simplemente evitar el mal comportamiento, sino realizar esfuerzos proactivos para bendecir a quienes nos insultan. Incluso en una cultura hostil, nuestras buenas obras pueden ser vistas como algo bueno (1 Pedro 2:12).

Relevancia para la América Actual

La cultura estadounidense se está alejando cada vez más del estilo de vida que la Biblia describe como "agradable a Dios" (1 Tesalonicenses 4:1). Pedro nos recuerda que los cristianos deben abrazar alegremente la vocación de ser "raros" y decididos a ser "encantadores".

No debemos acobardarnos ante las calumnias ni tratar desesperadamente de evitar ser calumniados, sino levantarnos cada mañana soñando con nuevas buenas obras que podemos hacer. Debemos ser valientes para ser alegremente raros y compasivos para ser celosos en las buenas obras.

¿Qué significa ser un "raro agradable" según el cristianismo?

Ser raro agradable significa abrazar la extrañeza que surge de seguir los valores cristianos en un mundo que a menudo va en contra de ellos. Implica ser diferente, incluso extraño, para los demás debido a nuestras creencias y acciones basadas en la voluntad de Dios, pero también ser amable y bondadoso, ganando al menos a algunos de nuestros detractores.

¿Por qué es importante ser un raro agradable?

Ser raro agradable es importante porque permite a los cristianos ser testigos efectivos de su fe en un mundo hostil. Al mostrar bondad y misericordia incluso a quienes nos maldicen, podemos silenciar sus críticas, avergonzarlos y potencialmente llevarlos a glorificar a Dios.

¿Cómo podemos ser raros agradables?

Podemos ser raros agradables al:

  • Elegir vivir según la voluntad de Dios en lugar de los deseos humanos.
  • Llenar nuestras vidas de buenas obras que bendigan a quienes nos revisten.
  • Ser valientes para ser diferentes y compasivos para mostrar bondad.
  • Evitar tanto el orgullo por nuestra rareza como la desesperación por evitarla.
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