¿Existe el trono de Dios?

En un himno de 1863, Charitie Lees Bancroft escribió: "Ante el trono de Dios, tengo una súplica poderosa y perfecta, un gran Sumo Sacerdote cuyo nombre es Amor, que vive y aboga por mí". Esta letra expresa una verdad fundamental: Dios tiene un trono en el Cielo, un refugio para quienes creen.

¿Qué es el trono de Dios?

Un trono es un símbolo de poder y autoridad, el lugar desde donde gobierna un rey. A diferencia de los monarcas terrenales, el trono de Dios representa su reinado trascendente sobre todo el universo por toda la eternidad.

Si bien Dios existe en forma espiritual y no corporal, no necesita descansar. Por lo tanto, no tiene necesidad de un trono físico para reposar. Sin embargo, la Biblia nos brinda información detallada sobre el trono de Dios como un símbolo literal y figurativo de su gloria y soberanía infinitas.

7 hechos bíblicos sobre el trono de Dios

La Biblia ofrece una imagen vívida del trono de Dios a través de las visiones de los profetas del Antiguo Testamento, las afirmaciones del Nuevo Testamento y la revelación de Juan sobre el fin de los tiempos. Aquí hay siete cosas que las Escrituras dicen sobre el trono de Dios:

  1. Su tamaño y alcance son inconmensurables: El trono de Dios no solo está en el Cielo, sino que es el Cielo mismo. Su reinado se extiende mucho más allá de lo que podemos ver o comprender.
  2. La gloria de Dios irradia de él: La gloria de Dios llena todo lo que rodea su trono, iluminando con un esplendor inimaginable.
  3. Dios ejerce su autoridad suprema desde su trono: Nada sucede sin el permiso de Dios, brindándonos seguridad de que nuestro destino está en sus manos.
  4. Sus juicios justos se ejecutan desde su trono: Dios juzgará a todos, y solo aquellos cubiertos por la sangre de Jesús escaparán de su ira.
  5. El trono de Dios se convierte en un lugar de misericordia a través de Jesús: Jesús intercede por nosotros ante el Padre, brindándonos acceso a su misericordia.
  6. El Edén es restaurado a través del agua viva que fluye del trono de Dios: El trono de Dios es la fuente de vida eterna para quienes creen.
  7. El trono de Dios es un lugar de adoración perpetua: Los redimidos por Dios lo adorarán eternamente, reconociendo su infinito valor.
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