¿Es Suficiente el Deseo?

La Búsqueda de Jesús como Tesoro

Anhelamos que Cristo sea el tesoro de nuestras vidas. Sin embargo, a menudo, el mero deseo de tenerlo como tesoro es más común que el acto real de atesorarlo y disfrutarlo. ¿Es esto normal?

Un Deseo Insaciable

Para el cristiano, el deseo de Dios es un anhelo profundo que surge de haber experimentado su bondad. Es cierto que podemos tener hambre y sed, pero comparados con Dios y su comunión, estos otros deseos se desvanecen.

El Poder del Sabor

El deseo cristiano nace de haber saboreado la belleza y el valor de Dios. Esta experiencia transforma nuestros deseos, haciéndolos espirituales y agradables a él. Incluso en el anhelo constante, hay un deleite y una satisfacción verdadera en Jesús.

El Gozo de la Insatisfacción

C.S. Lewis creía que la alegría es "la experiencia de un deseo insatisfecho que es en sí mismo más deseable que cualquier otra satisfacción". Es decir, el sabor de Dios en nuestro anhelo es más gratificante que cualquier otra cosa.

Satisfacción Gradual

En la tierra, nuestra satisfacción en Dios será limitada. La plenitud de la alegría solo se alcanzará en su presencia o en el cielo. Por ahora, experimentamos su bondad a través del deseo y la añoranza, pero ese anhelo es más valioso que cualquier otra satisfacción.

Preguntas frecuentes

¿Es normal querer a Jesús pero no sentir que lo tengo?

Sí, es normal. El deseo de Jesús es un indicio de que has probado su bondad y que tu corazón anhela más.

¿Cómo puedo saber si he probado verdaderamente a Jesús?

Si has experimentado un nuevo gusto espiritual por Dios, un sentido de su belleza y valor que es diferente a cualquier cosa que hayas conocido antes.

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¿Por qué es el deseo más deseable que la satisfacción?

Porque el deseo en sí mismo contiene un sabor de la gloria de Dios, que es más satisfactorio que cualquier otra satisfacción terrenal.

¿Cuándo tendremos una experiencia completa de alegría en Dios?

Solo en la presencia inmediata de Dios en el cielo o en la nueva era. En esta vida, nuestra experiencia de alegría en Dios estará principalmente compuesta por el deseo y el anhelo.

¿Cómo puedo honrar a Dios en mi deseo?

Honramos a Dios cuando reconocemos que nuestro deseo de él es más valioso que cualquier otra satisfacción y cuando confiamos en que su gracia satisfará plenamente nuestro anhelo en el futuro.

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